Victoria del Barça en París en un choque espectacular
Los azulgrana decidieron el partido en los últimos cinco minutos, y con el triunfo ante el PSG se quedan líderes en solitario en el grupo
El Barça y el PSG han protagonizado esta tarde en París uno de esos choques espectaculares para el aficionado, de los que no dan tiempo para comentar porque todas las acciones se suceden con tanta velocidad que impiden perder la atención. En ese ambiente eléctrico, el equipo español se llevó el partido por 32-35 (17-16) en un gran desenlace del encuentro, justo en los momentos más espesos del cuadro francés. Hasta hoy los dos equipos marcaban igualados en la cabeza del grupo, pero con el triunfo del Pick Szged el sábado, el perdedor caía a la tercera plaza, por suerte para los catalanes son los parisinos los que se descuelgan.
Ha sido un partido digno de una final, con dos plantillas enormes, si bien está más compensada la azulgrana al no disponer hoy el PSG de un lateral zurdo (Remili) y cargar todo el partido con las megaestrellas Sagosen, Nikola Karabatic y Mikkel Hansen en la primera línea, todos diestros. De alguna manera, esa circunstancia es una ventaja para el rival, pero como el partido siempre fue a mil por hora, tampoco había momentos para centrar las defensas.
El PSG, con seis exjugadores azulgrana, y el Barça no se dieron tregua. Lluvia de goles pese al gran partido de los porteros locales, primero Rodrigo Corrales y luego Gerard, que le pararon al Barça cuatro penaltis. Sagosen, Sigurdsson (¡que no jugó en la segunda parte!) y Hansen por el PSG y Mem, Palmarsson y Cindric por los visitantes, parecían en un concurso de lanzamientos, de penetraciones, de todo.
En ese ambiente mandó la igualdad, con ligeras ventajas locales, con un 0-4 del Barça en el inicio de la segunda parte, y metido en líos por los cuatro tantos que se dejó en los siete metros, y cinco últimos minutos para resolver: 30-30. Fue el momento en el que PSG cometió más errores, primero con la exclusión de Nahi, y a continuación la de Luka Karabatic por un error en el cambio. Esa doble inferioridad fue la puntilla para los de Raúl González