Nadie vuela tan alto como 'Soto'
Han pasado 26 años desde que en 1993 el cubano saltó su 2,45, récord mundial, y nadie ha conseguido superarlo desde entonces.
La carrera deportiva de Javier Sotomayor (Limonar, 52 años) fue extensísima, porque a los 17 años ya saltaba 2,33 con un físico portentoso, basado en sus 1,95 de altura y los 80 kilos que lo convertía en un saltador potente y veloz, a la vez que técnico y elegante. Una receta perfecta para convertirse en plusmarquista mundial, un éxito que llegaría en Salamanca en 1988, cuando saltó 2,43 y acabó con el tope del sueco Patrick Sjöberg (2,42), ese excéntrico escandinavo que fumaba entre salto y salto. Había nacido la era Sotomayor, que se reafirmó en los Panamericanos de 1989, en los que voló a 2,44 en San Juan (Puerto Rico). Su técnico, José Godoy, daba equilibrio a Soto, pero en 1990 falleció...
Godoy nunca pudo ver saltar en unos Juegos a su discípulo, porque Cuba boicoteó Los Ángeles 1984 y Seúl 1988. Javier tuvo su oportunidad en Barcelona 1992 y no la desaprovechó. Oro. Eran días felices que se rubricaron con el 2,45 de Salamanca en 1993. Soto se perdió Atlanta 1996 por una lesión y se repuso con una plata olímpica en Sídney, ya a los 32. Siempre feliz y divertido, cumple 31 años como plusmarquista y 26 con ese récord. Nadie ha volado tan alto como Javier Sotomayor.