De la Salud decidió el choque con un gol sobre la bocina
El Bidasoa se lleva dos puntos de Valladolid, donde el equipo local no supo mantener la ventaja
![De la Salud decidió el choque con un gol sobre la bocina](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/BP2MD2NIRJNMJNZARFFVTM6BIA.jpg?auth=aaa89a56baee14b61f21806468673d8cddc4f80daca20e60371e40a030c5ebe6&width=360&height=203&smart=true)
Sergio de la Salud, con un lanzamiento en el último segundo, dio este miércoles la victoria al Bidasoa (25-26) en un partido que el Recoletas Valladolid planteó muy bien de inicio, pero fue de más a menos y dejó escapar la victoria por errores propios.
Los vallisoletanos arrancaron con la lección aprendida y la intensidad necesaria para hacer frente a la férrea defensa visitante, lo que les permitió establecer un parcial de 4-1 que obligó al técnico del Bidasoa, Jacobo Cuétara, a solicitar un tempranero tiempo muerto.
La arenga tuvo su efecto y los irundarras imprimieron más ritmo ofensivo y recortaron las diferencias, pero la exclusión de Seri dio pie a los locales para aprovecharlo y enlazar tres buenas jugadas con las que volvieron a ampliar la renta hasta los cuatro goles (8-4).
El gran planteamiento defensivo del conjunto azulón, perfectamente sellado con César Pérez, y la perfecta circulación del balón, moviendo a la muralla vasca hasta encontrar el hueco para el lanzamiento, aportó un mayor control a los de Óscar Ollero y más ventaja en el electrónico (10-5) en el minuto 21.
Cuétara tuvo que volver a pedir un receso para reorganizar a sus jugadores y buscar la solución en el juego de continuidad, en el que cobró protagonismo Odriozola, desde el extremo, para establecer un parcial de 0-3 que obligó a Ollero a detener el partido para frenar el empuje visitante.
Los locales cometieron errores, bien aprovechados por el Bidasoa, pero supieron manejar la presión, cerrando filas y haciendo valer la potencia de Patrianova desde el exterior y el acierto de Manu García desde el extremo para dejar el resultado en un 14-11 al descanso.
El Bidasoa salió en tromba en la segunda mitad, apostando de nuevo por el juego de continuidad liderado por Crowley, quien situó a su equipo a solo un gol (14-13). Luego, el Bidasoa empató (15-15) y provocó otro tiempo muerto de Ollero.
Los vallisoletanos se recompusieron en defensa, de nuevo protegidos por César Pérez, y supieron hacer valer la envergadura de Dourte desde el pivote para volver a obtener una ventaja de cuatro goles (20-16) y, con ella, otro receso de Cuétara, que se tradujo en un parcial de 0-5.
Por primera vez, el cuadro vasco se puso por delante en el marcador y el partido se convirtió en intercambio de golpes en el que cualquier fallo podía suponer que la balanza se inclinara de un lado o de otro. Y lo hizo del lado visitante gracias al acierto en el último segundo de De la Salud.