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DOPAJE

"La ciencia va a acabar con el dopaje en el deporte"

Los doctores Belda y López-Collazo presentaron su sistema antidopaje, basado en la detección del rastro que dejan las sustancias en las células.

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"La ciencia va a acabar con el dopaje en el deporte"
Pepe Andrés / AS

“La ciencia acabará con el dopaje deportivo”. El Comité Olímpico Español (COE) arrancó una serie de conferencias enfocadas a Tokio 2020 con este improbable titular, ya que hasta la fecha la trampa va siempre por delante del antidopaje. Cristóbal Belda, murciano especializado en oncología, y Eduardo López-Collazo, físico nuclear e inmunólogo cubano, presentaron las conclusiones de la primera fase de un estudio que “puede detectar pasados 32 días productos que ahora desaparecen en horas mediante marcadores celulares”.

Su proyecto, el primero financiado por el Comité Olímpico Internacional (COI) para combatir el dopaje, se basa en el rastro que dejan las sustancias prohibidas en el sistema inmunológico: “Precisamos de un chivato que nos diga que cualquier agente ilícito estuvo presente en el cuerpo, y ahí entran las células: reaccionan y guardan registro de lo ocurrido”.

Para demostrar su teoría extrajeron sangre a 70 deportistas y la doparon con EPO y hormona: “Incluso en concentraciones pequeñas, la diferencia en los indicadores era muy apreciable hasta 20 días después. Las modificaciones interiores se mantuvieron in vitro hasta 32 días. Además, identificamos esos efectos con dosis 300 o 400 veces por debajo de las que se utilizan como microdosis”.

En la actualidad, “los análisis antidopaje se reducen a la química y a los glóbulos rojos”. Su fórmula se centra en “usar la memoria de los glóbulos blancos”. Eso sí, de momento no han trabajado con la Agencia Mundial ni con la Española. Ambos doctores reconocieron que la técnica no está exenta de errores, y que complementará a los métodos convencionales. Belda, muy crítico con el pasaporte biológico, llegó a elaborar un informe para la defensa de Marta Domínguez, finalmente sancionada tres años por valores anómalos.

El estudio aún no se ha publicado en ninguna revista científica (recibirá luz verde en breve, según Belda y López-Collazo) y para la segunda fase (de 24 meses para realizar las mismas pruebas en grupos más significativos) necesitan financiación. La tercera requeriría “transformar estas premisas en un instrumento operativo”. Cabe recordar que Jordi Segura elaboró un sistema para encontrar plastificantes en la sangre que sigue sin aplicación práctica.