El Foro Camino a Tokio 2020 echó a andar en el Espacio FEB de Alcobendas con Fundal (Fundación Deportes Alcobendas), Patrocina un Deportista y AS de la mano hacia la cita del 24 de julio al 9 de agosto en Japón. Un estreno que unió la tradición de la halterofilia, con la campeona olímpica Lydia Valentín, y los deportes que debutan en Japón: kárate, escalada, surf y skate. Eso, a exactamente nueve meses de la Ceremonia de Apertura.
Lydia Valentín (Camponaraya, León, 34 años), de profesión halterófila y coleccionista de medallas, desgranó su historia. Complicada y a la vez feliz, de combate contra rivales dopadas que le negaron gloria, reconocimiento y premios durante muchos años. El bronce olímpico de Río 2016 lo disfrutó en el podio, pero el oro de Londres 2012 y la plata de Pekín 2008 las tuvo que recibir después , cuando se descubrió que las que tuvo por delante hicieron trampas.
“Tengo tres medallas olímpicas, soy campeona de Europa y del mundo y llevo dos años seguidos considerada como la mejor del mundo en un deporte que en España no está desarrollado. Que una española lo haya conseguido es algo increíble. Lo importante es que he puesto a mi deporte en el mapa. Hoy, quien más y quien menos sabe lo que es la halterofilia”, se arrancó.
Orígenes
“Venir de Camponaraya a Madrid fue muy heavy. Antes hacía atletismo y baloncesto, pero un profesor vio en mí cualidades para la halterofilia, me acerqué al gimnasio a través de juegos. Con 13 años ya le dije a mi madre que me quería ir a Madrid a entrenar con la élite. Y con 15 me fui ya a 400 km de mi pueblo de 3.000 habitantes. Mi madre no se creía que lo tuviera tan claro. Yo interioricé que tenía cualidades, pero tenía que trabajar cuando otras niñas se iban al parque. Me dejaron en Madrid y yo era feliz. Era lo que quería. Sí fue difícil compaginar entrenamientos todos los días mañana y tarde con los estudios”.
Medallas sin podio
“No se puede dar marcha atrás. Me quedo con lo bueno de las cosas. Me considero la verdadera campeona en Londres y la subcampeona en Pekín. Mis rivales no fueron deportistas. Yo puedo dormir tranquila, nadie va a reclamarme una medalla. Las rivales no querían devolver sus medallas, y yo tampoco las quería manoseadas. Ahora tengo unas nuevas, las auténticas”.
Resentimiento olvidado.
“Tengo que mirar hacia Tokio, no puedo lamentarme. Sé que a nivel de patrocinios habría sido totalmente diferente, hubiera estado en las portadas, lo pudiera haber celebrado con mi familia en Pekín… y todo quedó en el aire”.
Dopaje
“En mí se recalca algo que es normal. Yo no hago nada excepcional, yo cumplo un reglamento. Sólo hay un deporte, el limpio. Lo otro no es. No vale todo, como en el circo. No quiero competir con gente que no está en las mismas condiciones que yo y yo me he pasado así toda la vida. Hay países que no tienen esa percepción”.
Espejo
“En la selección hay gente con muchísimo talento. Tres chicos también pueden estar en Río. Y ven que su compañera de entrenamientos es campeona olímpica por sus años de dedicación, sin atajos. Creo que les dejo un legado importante. Hace ocho años era imposible ser campeona del mundo de forma natural”.
Abanderada.
“Me encantaría. Soy la única española con tres medallas en tres Juegos diferentes. Mireia Belmonte fue a Pekín y allí no ganó. Saúl Craviotto sí tiene cuatro medallas en tres. Por justicia, tendría que ser Saúl. Todo lo relativo a Sergio Ramos ha sido un tanto ‘fake news’”.
Fútbol olímpico.
“Al final es un deporte y la gente consume lo que le gusta y también lo que más difusión tiene. No veo mal que estén en los Juegos, hay que respetarlo”.
Icono del deporte femenino.
“Me siento bien. Se está fomentando el deporte femenino y estoy feliz por ello, porque cada vez hay más niñas practicándolo. Yo no tuve referentes femeninos. Ahora están Carolina Marín, Sandra Sánchez, Garbiñe Muguruza, yo… El camino es bueno. Es bueno para que los jóvenes se eduquen en valores, porque el deporte me ha hecho a mí así. Pero yo valoro a la persona por su talento, independientemente del género”.
Reconocimiento.
“Me siento reconocida. Hago halterofilia porque me gusta. La gente se emociona y se siente parte de mis éxitos por ser española”.
Princesa de Asturias.
“Me encantaría tener el premio. A cualquier deportista internacional le gustaría tenerlo”.
¿Qué mantiene su ilusión?
“Me siento afortunada de dedicarme a lo que me gusta. Me marco objetivos a corto plazo y me gusta llegar hasta el final y eso mantiene viva mi motivación. Si tienes claro lo que quieres, todo es más fácil. Pero en esto se trata de repetir lo irrepetible”.
Su foto en Tokio 2020
“Me encantaría tener una en el podio olímpico”.