Una Gales anémica avanza sin brillo a semifinales
Francia fue mejor durante todo el partido pero se disparó en el pie con una expulsión de Vahaamahina y entregó el partido con un error en melé a cinco minutos del final.
Francia se encontró a sí misma cuando nadie lo esperaba. El Gallo, un equipo que ha ganado 9 partidos de 20 en el 6 Naciones durante un ciclo mundialista en el que ha tenido dos seleccionadores, que ha tenido que sufrir hasta la afrenta de verse derrotada por Fiyi el año pasado en el Stade de France y en la fase de grupos de Japón llegó a sufrir contra Tonga (23-21), estuvo a cinco minutos y dos errores fatales de apear a Gales del Mundial. Pero la suerte sonrió a los Dragones (20-19), que estarán finalmente en semifinales.
Junto a Inglaterra los grandes aspirantes al título del hemisferio norte, ganadores del Grand Slam en el 6 Naciones este año, llegaron tarde al partido. La cosa no parecía ir con ellos hasta los últimos diez minutos, cuando Biggar pateó un golpe de castigo a touch y, enfurecido, reunió a sus compañeros para pedirles un arreón final. Minutos después Tomos Williams le sacaba la almendra a Picamoles a la salida de una melé en la 22 francesa y en la continuación Moriarty posaba el ensayo de la victoria para el Puerro.
Hasta entonces no había comparecido el equipo de Warren Gatland, que se encontró a una Francia con el champán descorchado en la primera parte. Contundente en la conquista, veloz en la transmisión y quirúrgica en la descarga con Fickou, Huget, Medard, Penaud y Vakatawa haciendo daño por ambos costados bien dirigidos por Ntamack. Bajo esas premisas llegaron tres ensayos del Gallo. Uno de Vahaamahina a la corta en el 5', otro de Ollivon tras una bonita combinación entre Ntamack y Vakatawa en el 8' y otro del propio centro fiyiano en el 31'. Entre medias, en el 12', Wainwright pescaba un balón suelto tras una carga de Guirado y se iba sin oposición hasta la zona de marca. Francia se disparaba en el pie por primera vez.
La segunda, y definitiva, llegó en el 49'. Vahaamahina, siempre bien dispuesto a ayudar al equipo contrario cuando se enfunda la camiseta francesa, propinó un codazo criminal en un maul a Wainwright. Lo vio el sudafricano Jaco Peyper, encargado de administrar el pleito este domingo, y lo sancionó con roja.
A partir de ahí Francia lo tuvo claro. Había que jugar en campo galés. Y ejecutó bien, con Medard en plan frontón devolviendo todas las patadas y la cortina defensiva multiplicándose para llegar a todos los placajes. Hasta que llegó la fatídica melé en el 74', que deja a la Francia más digna de los últimos tiempos cruelmente fuera de las semifinales. Gales, que ha enseñado músculo todo el año, espera ya a Sudáfrica o a Japón. Mientras lo hace, tiene mucho en qué pensar.