Yulimar: "Mi meta es superar los 9 oros mundiales de Pedroso"
La venezolana Yulimar Rojas, de 23 años, defiende título de triple en los Mundiales de Doha. Reside en Guadalajara y este 2019 saltó 15,41, a nueve centímetros del récord.
Al entrar en la pista de atletismo de Guadalajara la hemos encontrado al seguir la música que salía de su altavoz (sonaba Juan Luis Guerra, J. Balvin, salsa, merengue...)
Eso siempre, mi altavoz y la música no pueden faltar. Es algo que llevo en la sangre, tener alegría en la pista es primordial para un entrenamiento. Cuando no bailo, canto, me gusta sentir ese fuego y el ritmo que dan las melodías (entre ejercicios de pliometría baila para las cámaras de AS).
Está contenta, y eso que llega el momento clave de la temporada, el triple salto de los Mundiales de Doha, ¿cómo se encuentra?
Estoy feliz de ir a mi segundo Mundial, defiendo título y llego tras un buen año. Dicen que soy favorita, pero estoy muy enfocada, sin confiarme. Llegaré bien físicamente y disfruto de lo que está sucediendo...
Sí, porque hizo 15,41, se quedó a nueve centímetros del récord mundial (15,50 de Kravets).
Todavía lo estoy viviendo. Fue una emoción indescriptible. Hacía mucho tiempo que buscaba una marca así, que revolucionó el mundo y a mi país, con récord de Sudamérica. Pero para mí esto es sólo el comienzo. Creo que es poco en función de lo que puedo lograr. Tengo mucho margen de mejora.
Es inevitable entonces preguntarle por el récord mundial.
Es lo que me quita el sueño, pero lo que tengo es que salvar errores para ganar centímetros. Lo que quiero ahora es triunfar en estos Mundiales.
En los estadios genera una conexión especial con la afición.
Para mí el público es una parte muy importante, la energía y las vibraciones que emiten me gusta reciclarlas para mí y conseguir un salto más grande aún. El triple se caracteriza por las emociones que levanta y eso es lo que me llena.
Y viene de un 2018 difícil, sin resultados en verano.
Fue duro y frustrante ver a mis competidoras saltar y no estar allí presente con ellas. Me hizo más fuerte y lo transformé en un plus para los éxitos que vinieron este año. Aprendí.
Y tanto, está muy regular con cinco saltos por encima de 15 metros, algo que ninguna mujer ha hecho este 2019.
Eso quiere decir que trabajé muy bien, porque mejoré muchos aspectos de mi fase técnica, de mi velocidad, de mi potencia... Me inspira para seguir en racha, a decirme que sí puedo, que no soy una atleta de 14 metros, sino de 15 con normalidad. Sé el camino. Aparte del oro olímpico y mundial, mi meta es ser la primera mujer que pase de los 16 metros. Es algo que puedo conseguir. Me gustaría decir: 'Yo voy para allá y voy a saltar eso'. Y poquito a poquito, cuidando detalles, labraremos ese camino mi entrenador (Iván Pedroso) y yo.
Es que lleva sólo cinco años en el mundo del triple salto. ¿Se ha visto mucha mejora?
¡Guau! Sí, sólo hay que seguir puliendo el diamante y dejar a una Yulimar Rojas más crecida como persona y deportista. Tengo 23 años y ya estoy ganando cositas. Tengo tres Mundiales, una plata olímpica...
Lo que tiene innato es mucha velocidad. Dicen de usted que hace 11 segundos en 100 con 'facilidad'.
Es como un avance que tengo. Soy alta (1,92), con piernas largas, y dicen que las personas altas son lentas, pero en mi caso es distinto. Ya se ve reflejado. Hace mucho que no compito en 100 metros, pero en entrenamientos hago velocidad, se me da bien y me gusta. La carrera corta, porque la larga ¡uf! Mi entrenador está ahí dándome caña cuando hay series largas de 120 metros, de 150...
Es una figura muy importante la de su entrenador: Iván Pedroso.
Iván es una de las personas que más quiero y amo en la vida. Es mi padre deportivo, de enseñanza, de vida. Es el dios del salto de longitud. Lo respeto y lo admiro mucho. Hemos entablado una química bastante bonita. Es mi ejemplo a seguir. Eso sí, espero superar sus nueve títulos mundiales, de momento llevo tres (dos bajo techo). Quiero llegar a ser tan grande como él.
Han formado un grupo muy bueno en Guadalajara.
Mi equipo es lo más. Es muy fuerte con medallistas olímpicos y mundiales como Ana Peleteiro, Nelson Évora, Alexis Copello, Teddy Tamgho... En los últimos Mundiales sacamos un oro, una plata y dos finalistas.
Volvamos a Doha, ¿le preocupan las rivales o sabe que si salta 15 metros ya está?
Será una final muy fuerte, bastante buena porque hay atletas que hicieron más de 14,90 como la jamaicana Ricketts, con Caterine Ibargüen, que lo dará todo. Creo que el triple salto femenino está en su mejor momento. Será como un entrenamiento, que estará allí cerca Iván diciéndome: 'Hoy hay que darlo todo, a por los 15'.
Caterine Ibargüen, de Colombia, y usted, de Venezuela, han entablado una rivalidad épica.
Tenemos un duelo muy seguido en el mundo. Caterine es el coraje de Colombia, yo soy el talento nuevo de Venezuela. Somos países hermanos del área sudamericana. Espero que demos un buen espectáculo y se vea un buen show.
¿Cuál es su mejor momento vivido hasta ahora?
Mi marca del 15,41 supera todo, por encima de la plata olímpica de Río. Sé que tendré otra oportunidad en los Juegos de Tokio 2020. Yo sueño mucho. Con que voy a lograr más títulos que mi entrenador, que voy a ganar el oro olímpico, con los 16 metros... y me gustaría ser un ejemplo y que la gente diga: '¡Quiero ser como Yulimar!' Plasmar mi nombre como gran deportista mundial.
Fue hace poco la feria de Guadalajara, ¿estuvo?
Sí. Fui dos veces. Me puse a lanzar dardos y gané dos peluches. También me monté en los aparatos. Fue un vacilón.
Música caribeña bajo el mando de Iván Pedroso en Guadalajara
Yulimar Rojas (Caracas, 23 años) contactó por redes sociales con Iván Pedroso en 2015 para que le entrenara y allí nació una unión de éxito deportivo. La venezolana se trasladó a vivir a Guadalajara y se ha hecho fuerte en la pista de la Fuente de La Niña, en la que Pedroso le guía con disciplina férrea. "Es un talento, yo le digo que puede hacer lo que ella quiera", cuenta el cubano, nueve veces campeón mundial y oro olímpico en Sídney 2000, que se ha transformado en el mejor entrenador de saltos del mundo.
"En Londres 2017 Ana Peleteiro y Alexis Copello fueron finalistas, Nelson Évora cogió el bronce y yo el oro", explica Yulimar Rojas, tras terminar una sesión intensa de pesas, en la que también estuvo presente Luis Felipe Méliz, plata europea con España y séptimo olímpico, que es uno de los fieles escuderos de Pedroso.
En esas sesiones de pesas y pliometría, que empiezan sobre las 12:00, se respira tranquilidad, ambiente familiar y todo acompañado por la música (salsa, bachata...), en la que Pedroso y Yulimar intentan tener el control del bluetooth del altavoz que la venezolana compró y guarda con mimo. El Team Pedroso es una familia que viaja en bloque a las competiciones, que organiza sus propias comidas... pero que cuando llega la competición se enfoca al 100% en el objetivo. "Guadalajara es el lugar perfecto para trabajar, todo es muy tranquilo. En el grupo la gente está contenta, lo importante es la comunicación", dice Pedroso. La sesión termina. Llegan los Mundiales.