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ESQUÍ NÁUTICO

Los hermanos Teixidor sitúan el esquí náutico en el mapa

Dani y Tono tienen 15 y 17 años. El primero de ellos fue campeón de Europa de slalom en categoría Sub-17, algo que no hacía un español desde hace 28 años.

Los hermanos Teixidor sitúan el esquí náutico en el mapa
INMA FLORESDIARIO AS

Dani y Tono Teixidor tienen 15 y 17 años y conocen al milímetro el pantano de San Juan. Allí es donde se calzaron por primera vez unos esquís y comenzaron a deslizarse por el agua enganchados a un barco. Sus padres les inculcaron la afición y ahora son “unos apasionados” del esquí náutico. Se pasan el día viendo vídeos en YouTube para hacer figuras imposibles.

Además, los resultados ya llegan. Porque Dani, el de 15, fue el domingo campeón de Europa Sub-17 de eslalon en Roquebrune (Francia), en su primer año de tres en la categoría. Hizo cuatro boyas a 11,25 metros, a una velocidad de 58 km/h y sorprendió a los favoritos. “No esperaba ganar”, dice. Es el tercer español de la historia que consigue el título. El último llegó hace 28 años.

El eslalon es la disciplina estrella del esquí náutico. Consiste en seis boyas, que se pasan con una cuerda determinada a elegir. Una vez que se supera, la cuerda se recorta y la dificultad aumenta. “Aquí hay que ser rápido, ágil y fuerte, y es un deporte en el que en décimas de segundo te juegas todo. Tienes que tener la mente superfría”, explica Dani padre, campeón de Europa máster, que reconoce que sus hijos le han adelantado: “Me han pegado el sorpa­sso. Están los dos muy fuertes, se preocupan mucho por estar en forma”.

Dani Júnior estuvo la temporada pasada en Orlando (Florida), “el paraíso del esquí náutico”, con una beca de estudios (hizo tercero de ESO) y en una escuela. “Allí esquié muchísimo, casi todos los días. Machacándome a tope. Además, le he dado al gimnasio para la parte física. La experiencia me hizo mucho mejor”, cuenta Dani, que compartía instituto con varios campeones mundiales. Tuvo hasta un entrenador mental para la competición: “Aquello me ayudó mucho”.

Tono tuvo mala suerte en el eslalon en el Europeo, porque le falló una fijación de la bota y se fue al agua. “Fastidia que por un error que no depende de ti te quedes fuera”, explica, pero se resarció en figuras, que es hacer una serie de trucos sobre el agua. Fue quinto, por delante de su hermano Dani, sexto. “La competitividad sana que tenemos entre hermanos nos hace mejorar”.

El año que viene afrontan un Mundial Sub-17 en agosto, en el norte de Florida. “Este deporte en España no es muy practicado y estamos encantados de ponerlo en el mapa”, coinciden. Dani y Tono son el futuro.