La nueva generación aterriza
En la final de la Diamond League de Zúrich se llevaron el diamante Lyles, McLaughlin y Echevarría, tres atletas llamados a ser protagonistas del atletismo mundial.
Noah Lyles, Sydney McLaughlin y Juan Miguel Echevarría han aterrizado en élite mundial del atletismo. Ganaron el diamante en sus pruebas en la final de la Diamond League de Zúrich y los tres forman parte de una nueva generación de atletas que no superan los 22 años, con poco bagaje a nivel de grandes campeonatos al aire libre, pero que están llamados a llevar el peso del atletismo mundial de ahora en adelante. El nuevo rey del esprint es Noah Lyles, con 22 años, y que se llevó los 100 metros con 9.98, con calcetines largo de la película Kill Bill cubriendo sus tobillos.
Él, estadounidense, es un velocista largo, con un potencial tremendo en 200, distancia que ya ha corrido en 19.50. Este jueves en el hectómetro del estadio Letzigrund batió a Justin Gatlin, de 37 años, con dos positivos y ejemplo claro del antiguo régimen. Lyles es el refresco: "Esto para mí era una final mundial, porque no voy a correr 100 en los Mundiales de Doha. Antes veía todo esto por la televisión y ahora peleo por dos diamantes, porque la semana que viene iré a por el de 200 en Bruselas".
Sydney McLaughlin deslumbra en 400 vallas. Tiene 20 años y cuando pasó a profesional las marcas se pegaban por llevarse su firma. En Zúrich ganó con 52.85, por delante de Dalilah Muhammad, que en julio batió el récord mundial de la distancia (52.20). Ahora Sydney, corredora muy rítmica que no se descompone en los metros finales, es la gran amenaza de ese tope. "Este año todo es nuevo para mí, me veo muy en forma, pero me choqué en un par de vallas", decía la estadounidense. En 400 vallas masculino, el rey Karsten Warholm (46.92 en Zúrich), pero no entra en esta categoría porque ya ha sido campeón mundial y europeo. Eso sí, tiene 23 años.
Y en el foso de longitud está Juan Miguel Echevarría, 21 años y de Cuba. Tiene registrado un salto de 8,92 con viento ilegal en La Habana (+3,3) y en Zúrich con fuerza eólica negativa (-0,4) corrió, se elevó y cayó a los 8,65 metros. Un marcón, muy cerca del récord de su país que es propiedad de Iván Pedroso (8,71). Palabras mayores. Juanmi, que sí fue campeón mundial indoor en 2018, es considerado por todos los expertos como ‘el elegido’ para romper esa barrera de los nueve metros. En el Letzigrund sólo hizo tres saltos de los seis que tenía. Sólo el de 8,65 fue valido.
Echevarría, McLaughlin y Lyles hicieron su presentación de cara a los Mundiales de Doha, que son del 27 de septiembre al 6 de octubre. Será su presentación definitiva, pero la nueva generación aterrizó en Zúrich.