Salvaje carrera de Pons: cuarto en 400 estilos y récord español
El nadador del CN Sant Andreu se quedó a 12 décimas del bronce en su mejor carrera y confirma su evolución antes de los Juegos de Tokio 2020.
Era el más bajito de la zona mixta, todos los rivales le sacaban una cabeza y le felicitaban por su carrera. Joan Lluís Pons se había quedado a solo 12 décimas del bronce en una final de los 400 estilos en la que logró batir el récord de España (4:13.30) y confirmar su mejora a un año de los Juegos Olímpicos de Tokio. El mallorquín, un nadador que siempre ha rendido en las grandes competiciones (finalista en Río 2016, bronce en el Europeo de Glasgow y cuarto en el Mundial de Gwangju), demuestra una vez más su descaro y su fiabilidad, y nada brazada a brazada dispuesto a repetir la final olímpica pero esta vez poder pelearla, pues en Rio fue octavo.
Pons había estado esperando toda la semana en la villa sin competir, inmerso en la rutina de entrenamientos, viendo como el resto del equipo se caía lejos de sus mejores marcas en las eliminatorias o en las semifinales, incluso Mireia Belmonte no podía pasar del octavo puesto en la final. Como un león enjaulado salió el mallorquín, siempre en carrera ante los mejores especialistas de una de las pruebas más duras de la natación.
"Estoy muy contento, pero no sé que me hace más ilusión, si el récord o el cuarto puesto. Supe administrar bien la carrera y disfrutarla, me encantó nadar, y he dado un paso adelante con respecto a Río", comentó el nadador a AS después de la carrera y con una sonrisa de oreja a oreja. Pons nadó una buena mariposa, con un tiempo de 57.27 en sexta posición. Poco le importó ir por la calle 1 y que el neozelandés Lewis Clareburt, "un poco kamikaze", se despagara rápidamente sobre todo en la posta de espalda, en la que el mallorquín tocó con 2:03.00, a dos segundos y medio del bronce.
Y en ese momento llegó la hora de Pons, un competidor nato, que se lanzó a por la medalla con todas las de la ley. En la braza recortó un segundo y medio, y peleó hasta la última brazada el bronce aunque finalmente tocó con 4:13.30, por 4:12.07 del neozelandés y 4:09.22 del estadounidense Jay Litherland. El oro se lo llevó el japonés Daiya Seto (4:08.95). "En año olímpico siempre se entrena con más ilusión, estoy motivado y confiado, aunque hay que ver la evolución de los rivales y cómo llegan. Las eliminatorias son muy difíciles", dijo, seguro de sí mismo. Los últimos resultados lo confirman como el presente de la natación española.
Y Hosszu revalida por cuarta vez el título
La misma prueba en categoría femenina se nadó sin Mireia Belmonte, pero la ganó la misma que ha conseguido el oro en las últimas cuatro ediciones. La húngara Katinka Hosszu sigue imparable en las pruebas de estilo pese a sus 30 años y los cambios en su vida la pasada temporada. Ya ganó los 200 con una marca cercana al récord mundial y ahora consigue repetir la de los 400. Apenas tuvo oposición Iron Lady.
Marcó un tiempo de 4:30.09, cuatro segundos por encima de su récord mundial. La china Shiwen Ye, oro olímpico en Londres 2012 y ausente por una depresión varios años, se colgó la plata con 4:32.07 derrotando en el tramo final a la japonesa Yui Ohashi (4:32.33).