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GWANGJU 2019

Gwangju, cuna democrática de Corea marcada por una masacre

La ciudad vivió en 1980 una matanza que marcó el devenir del país. Recientemente, una película recuerda cómo un periodista y un taxista difundieron estos hechos.

Corea del Sur
La ciudad de Gwangju.
FINA

Si Seúl acogió los Juegos Olímpicos de 1988 y Daegu el Mundial de Atletismo de 2011, Gwangju se encarga ahora de organizar otro acontecimiento deportivo de primer nivel después de ser una de las sedes del Mundial de Fútbol de Japón y Corea del Sur en 2002. Los Mundiales de Natación reunirán a 2.639 deportistas de 194 países y la ciudad se muestra entusiasmada por lo que será su presentación al mundo.

Pero Gwangju es una ciudad pilar en Corea del Sur, considerada la que más ha hecho por consolidar la democracia en un país más desarrollado que su vecino, vanguardia de la tecnología y de la sostenibilidad económica. Del 18 al 27 de mayo de 1980, y después del golpe militar del general Chun Doo-hwan, los habitantes de Gwangju protestaron en las calles en lo que se consideró en Seúl un alzamiento. El general no tuvo piedad y mandó neutralizarlo con el uso de la fuerza. Las autoridades estimaron que murieron 200 personas, pero los testigos de aquel suceso defienden que pudieron ser más de 1.000. De hecho, hay cadáveres que aún no se han hallado y continúa la recuperación de la memoria y de los cuerpos de aquella tragedia.

Recientemente, Jang Hoon dirigió una película, ‘Taxi Driver: los héroes de Gwangju’, que narra aquellos frenéticos días y como un periodista alemán y un taxista surcoreano recorrieron todo el país para poder tomar imágenes y vídeos y narrarle al mundo lo que estaba sucediendo en una Corea del Sur que estaba tomando el camino dictatorial de Corea del Norte.

La aventura de Hinzpeter y Kang-ho

La película relata como el periodista alemán de la emisora RDA Jurgen Hinzpeter, que falleció en 2016, vuela a Seúl cuando escucha que ha habido disturbios en el país. Durante el vuelo, un amigo del periodista le ayuda para que un taxista lo espere en el aeropuerto. El taxista se llama Song Kang-ho y se encarga de llevar a Hinzpeter a Gwangju sorteando los controles policiales, cruzando aldeas y caminos, incluso engañando a las autoridades con el objetivo de aquel traslado.

Cartel de la película 'Taxi Driver: los héroes de Gwangju'.
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Cartel de la película 'Taxi Driver: los héroes de Gwangju'.CHO WON JIN

Hinzpeter fue testigo de las atrocidades, uno de los pocos reporteros extranjeros que pudo recopilar material gráfico y dar voz a lo sucedido. Los medios locales estaban amenazados por la ley marcial y las líneas telefónicas habían sido cortadas. A la vuelta, el alemán guardó las cintas en una caja de galletas y pasó los controles de seguridad. Lo que vieron sus ojos lo vieron millones de personas: la revuelta social en Corea del Sur pasó a ser una prueba de las atrocidades de una dictadura. En 1987, el país hizo por fin elecciones democráticas y Chun Doo-hwan fue condenado, años después, por esos asesinatos.

Hoy en día, Gwangju homenajea a los caídos en aquellos días con un cementerio donde están enterrados todos los cuerpos, un archivo de memoria histórica que se denomina 5/18 y con uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad: la Plaza de la Democracia. Cerca de esos monumentos, centenares de nadadores intentarán cumplir sus sueños.