Lovato destrona a Mousasi

Gegard Mousasi llegaba a Londres, al Bellator 223, con la intención de dar un puñetazo sobre la mesa y reclamar su posición entre los mejores libra por libra de Bellator. Venía con una buena dinámica y era claro favorito ante Rafael Lovato. El estadounidense estaba invicto en nueve peleas, pero se enfrentaba a su rival más duro y pese a ese bagaje no se esperaba sorpresa. La hubo, porque el aspirante acabó levantando por decisión mayoritaria (47-47, 48-47 y 48-47) el campeonato del peso medio después de dar un recital de pelea en el suelo... aunque también tuvo que sufrir. Mousasi no regaló nada, pero fue incapaz de frenar el poderío en el jiu jitsu que mostró Lovato (que es multicampeón de esa disciplina).

La pelea comenzó con Mousasi controlando. Lanzaba golpes rápidos, variaba los planos... y Lovato vio que debía cambiar el tercio de la pelea. Presionó, empotró al campeón contra la jaula y después llevó la pelea al piso. Intentaba zafarse el campeón, pero el holandés pronto se dio cuenta que ahí sufriría. El camino estaba claro para el aspirante, que desde el primer momento buscó el suelo en el segundo asalto. Ahí mandaba, pero cuando el holandés (nacido en Irán) se levantaba llegaba más. Poco a poco se veía el camino que llevaba la pelea y en el tercer asalto no quedó duda alguna. Presión de Lovato de inicio, presión incesante e intento de sumisión. Lo adornaba el aspirante con un fantástico ground and pound.

Estaba comodísimo, hasta que Mousasi consiguió salirse cuando tenía perdida la espalda y acabó conectando golpes durísimo. Cada vez que plantaba un puño hacía sufrir y así lo evidenció en el cuarto round. No tenía gas para presionar y llevar la pelea al piso Lovato y Mousasi lo aprovechó. Aunque a la mínima el aspirante se tiraba al suelo a esperar la pelea. No entraba el campeón. Tuvo que hacerlo en el último round. Debía apretar, y lo hizo, pero acabó maniatado y sufriendo ante Lovato. No logró la sumisión, pero el estadoundiense era nuevo campeón. Lo festejó una vez que sonó la bocina. Mousasi estaba cabizbajo, sabía que se le había escapado el título y la posibilidad de reivindicarse como uno de los mejores libra por libra. Lovato presentó ahora su candidatura.