La IAAF 'invita' a Caster Semenya a correr en pruebas masculinas
La Federación Internacional responde de esta forma a la Asociación Médica Mundial, que criticó que la decisión de la IAAF se deben a "una evidencia débil de un solo estudio".
Caster Semenya no puede competir con mujeres (de 400 a la milla) a nivel internacional desde este 8 de mayo, cuando la Federación Internacional (IAAF) implantó la norma de la limitación de testosterona (a 5 n/l) en atletas de desarrollo sexual diferente (DSD). La solución para rebajar los valores es medicarse, aunque la IAAF dejó una puerta abierta muy rocambolesca a la sudafricana: correr contra hombres.
“Las atletas DSD pueden competir en una disciplina masculina, independientemente del nivel, sin restricciones, y también en una clasificación intersexual siempre que el evento incluya la categoría”, rezaba un escrito de respuesta a la crítica de la Asociación Médica Mundial: “Tenemos fuertes reservas sobre la validez ética de esta norma”.
La realidad es que la mejor marca de Semenya, de 28 años, es 1:54.25, un registro que estaría lejísimos de la élite masculina (la mínima de los Mundiales de Doha es 1:45.60) y que le dejaría incluso muy difícil competir a nivel nacional. Así que ese escenario que plantea la IAAF es ciencia ficción para Caster, que no posee el récord mundial femenino (es 1:53.28 de Kratochvilova, y Olizarenko y Jelimo también tienen mejor marca).
Las atletas DSD, como Semenya, no podrán competir a nivel internacional, pero sí en citas nacionales, aunque sí hay un récord mundial no tendrá validez. La otra puerta es correr 5.000. Semenya ya ha dicho: “No voy a medicarme ni a correr 5.000”. La Asociación Médica ve “falta de ética en prescribir medicación por exceso de testosterona sin una patología”. La realidad es que la norma de la IAAF está en marcha.
¿Cómo es el tratamiento para rebajar los límites de testosterona?
La IAAF da tres opciones como tratamiento para rebajar la testosterona a las atletas DSD: tomar una píldora anticonceptiva oral diaria; una inyección mensual de un agonista de GnrH; extirpar quirúrgicamente los testículos. La IAAF no insiste en la cirugía y considera que los efectos de los otros dos métodos “son reversibles siempre y cuando el atleta decida interrumpir el tratamiento”. También insiste en que someterse a la medicación es decisión exclusiva de la atleta y su equipo. Pero si no lo hace, no podrá correr con mujeres desde 400 a la milla, ‘categorías protegidas’.