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ATLETISMO | HIGUERO

"Los dopados merecen castigos severos: de cárcel o similar"

Juan Carlos Higuero entró quinto en la final olímpica de 1.500 de Pekín 2008, tras Ramzi (desposeido por dopaje) y Kiprop, ahora sancionado cuatro años.

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"Los dopados merecen castigos severos: de cárcel o similar"
WILLIAM WESTAFP

La reciente sanción de cuatro años por dopaje al keniano Asbel Kiprop ha llenado de dudas la historia de los últimos tiempos en 1.500 metros. Casos así “hierven la sangre” a Juan Carlos Higuero, que entró quinto en la final olímpica de Pekín 2008, en la que fue primero Rashid Ramzi, posteriormente descalificado por dopaje. El oro recayó entonces sobre Kiprop, ahora sancionado por consumo de EPO. Sin esos dos atletas, Higuero se habría colgado la medalla de bronce, incluyendo un podio olímpico en su palmarés.

“Cuando vi esa sanción, me preguntaron por Twitter y contesté, que da pena, da rabia y es repugnante”, decía el arandino, ya retirado y que tuvo que batirse en múltiples ocasiones con el keniano: “La única forma de atajar este problemas pasa por poner sanciones severas a los dopados, de tipo penal, cárcel o similar. Sería la única forma de que se lo pensaran antes de hacer cualquier movimiento de este tipo”.

Higuero considera que una hipotética carrera sin Kiprop y Ramzi “habría sido mucho más lenta”: “Aquello me habría beneficiado. Si en lugar de ir a 3:32 la carrera hubiera sido más lenta todo hubiera sucedido de forma diferente. Te ponen un ritmo crucero muy exigente, te ahogan, te eliminan el sprint y estás muerto. Lo que quiero decir es que te obligan a forzar la máquina muchísimo”. “Así que si estos dos individuos, que uno se ha probado que iba como iba en la final (Ramzi) y el otro (Kiprop) sobre el que tenemos cada vez más dudas, no hubieran puesto así la carrera, los atletas limpios habrían tenido opciones”.

Higuero, que acumuló hasta siete medallas internacionales durante su carrera deportiva, siempre ha sido muy combativo en la lucha contra el dopaje: “Con estos temas hay que ser tajante, porque se juega con el trabajo de mucha gente. Por eso debe haber castigo severos, sino seguiremos igual y se perjudicará a los limpios”.