El Barcelona, a la final tras ganar al combativo Logroño

El Barcelona cumplió el guión. Es decir, se metió en la final como era previsible, aunque el Logroño fuese también como siempre uno de esos rivales incómodos con los que se topa el conjunto azulgrana, porque a los riojanos más que intimidarles les motiva el conjunto barcelonista, y como traían un empate de su última cita, mucho más. Pero ganó el Barça, porque dos sorpresas seguidas son del todo punto imposibles.

Para el Barcelona su partido fue uno más de la temporada, con la misma manera de actuar, sin sorpresas, con las rotaciones de siempre, sin nada desconocido porque a estas alturas las innovaciones, de haberlas, serna en la Champions. El Logroño, por su parte, apeló a la épica, a la guerra, al cuerpo a cuerpo. Y le hubiese valido de no ser por la tremenda pájara ofensiva del primer tiempo, cuando se atascó en el lanzamiento. Esa ventaja decidió el partido. Porque no hubo más, un equipo intentando remontar, y otro controlando.

Es justo resaltar que el equipo de Velasco tuvo vergüenza para no irse del choque, para mantener la cabeza alta, para jugar con Balenciaga y Kukic, dos centrales a la vez en a primera linea, a apostar por los goles del saltarin Scott, posiblemente el hombre más espectacular del encuentro. Y esa intensidad, ganas y profesionalidad al menos le sirvió para ganar el parcial de la segunda parte: 11-14 para el 28-24 final.