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BALONMANO|COPA DEL REY

El Cuenca se mete por coraje en su primera final de la Copa

El cuadro conquense fue mejor que el Granollers desde el primer minuto, por intensidad y garra. Con su 6-0 controló a Figueras y Antonio García.

Alicante
El Cuenca se mete por coraje en su primera final de la Copa
FITO GONZALEZDIARIO AS

El Cuenca está haciendo historia en esta temporada, y si durante el año ha escrito sus primeras líneas en Europa, este sábado lo ha hecho en la Copa del Rey, y en su primera fase final se ha metido con justicia en la que será por tanto su primera final copera. Y eso que enfrente estaba un Granollers que aspiraba redimirse en Alicante de su mala experiencia el año pasado en Madrid. El 26-22 del final muestra la clara superioridad del conjunto conquense.

La realidad es que el cuadro de Lidio Jiménez salió con una intensidad tremenda, hipermotivado, con la mayoría de sus jugadores como si llevasen medio partido pero sin desgaste. Posiblemente para muchos de ellos este era el partido de su vida, por lo menos como equipo. No hubo descanso, sin tregua, entregados a la causa desde el peligro de Dutra al orden caótico de Nata Suárez, el equipo era una máquina contra un Granollers que no entró en el encuentro, porque el rival siempre iba más deprisa, estaba más activo, mas fluido. Al descanso aquello estaba encarrilado: 17-10; sólo el extremo Gassama, con sus saltos estratosfèricos, le habia dado alguna solución al ataque de Rama.

Lo que pasó después es que el Granollers jugó a la desesperada para remontar, con siete en ataque, y recortando casi un gol cada cinco minutos. Matemáticamente era posible, incluso con la ayuda de un tanto que marcó porque el Cuenca se equivocó en el cambio de portero. Pero cuando parecía que se hacía la luz para los catalanes irrumpió Maciel, con tres paradas imposibles, y adiós al sueño del Granollers, que despertaba para verse en su pesadilla. El Cuenca a la final con todos los honores en un día en que su defensa dura y rocosa en 6-0 controló a Figueras y desesperó a Antonio García obligado a jugar de todo en la primera línea.