La protesta olímpica evitó que hubiera problemas con Kosovo

Antes de que arrancase el Europeo de karate de Guadalajara el Consejo Superior de Deportes remitió a la Federación Española las consignas del Ministerio de Exteriores el trato a dispensar a la delegación de Kosovo, especialmente con sus signos e identificación. No hubo caso. Kosovo, como todos los países, desfilaron con un uniforme único y sin banderas, y sólo con la pancarta que le identificaba como país.

Porque hoy, en eL Multiusos de Guadalajara, todos los participantes han salido en la ceremonia de inauguración con una camiseta blanca con el lema de kárate olímpico en 2024. Un acto de reinvindicación de su deporte, aunque todas las noticias apuntan a que sus esfuerzos serán estériles sin la protesta no incendia al kárate mundial.

La misma camiseta que llevaron los karatecas se vende en los puestos de la Federación Europea, a siete euros. El recuerdo más barato de este campeonato, menos de la mitad del precio de otras camisetas de otros torneos futuros que también están a la venta. Según la encargada de su comercialización, la camiseta de la protesta tiene mucha aceptación entre los deportistas, que aunque ya tiene la suya como obsequio, se llevan otras para regalar. Espera que al final del Europeo agote la existencias, porque a fin de cuentas por la calidad y precio, más lo que significa "es muy barata".