'Latidos en el Majuy' o cómo superar dos infartos
Eduardo Martínez, escalador y responsable de Trivitoria (desde este año dentro de Ironman) se ha lanzado a relatar su experiencia: sufrió dos en cinco años.
Eduardo Martínez, escalador y responsable del Trivitoria (triatlón de la capital alavesa que a partir de este año formará parte del calendario oficial de Ironman y del que Diario As es colaborador especial) ha realizado un documental que circulará por los festivales de cine de montaña en el que se explica cómo ha superado dos infartos en los últimos años. Se trata de una película de medio metraje (unos 40 minutos) filmada de forma muy profesional y explicada desde la experiencia personal del propio Martínez y su futura esposa Yamile Salamanca. "Latidos en el Majuy" llega al corazón, nunca mejor dicho. Y también a Madrid pasado mañana.
"El primero me dio en casa, en Vitoria (16 de septiembre de 2012). Sentía como un puñal debajo del esternón, me costaba respirar, me cambió el color de la cara y tenía dolores en el brazo izquierdo. Al estar el Hospital de Santiago Apóstol cerca de mi domicilio, tomé la decisión de acercarme y allí me lo diagnosticaron. Estaba convencido de que se trataba de un infarto porque busqué en Google los síntomas y tenía 9 de cada 10 evidencias. La verdad es que yo estaba bastante tranquilo en ese momento pero, quizás por error, apenas se lo comenté a nadie. Lo viví como algo personal y sólo se enteraron mis familiares y amigos más cercanos. Quizás fue una mala decisión porque al final te lo quedas dentro y generas un agobio innecesario. A tí mismo y a quien te rodea", aseguró en la presentación del documental que tuvo lugar ayer por la noche en la Sala de la Fundación Vital de Dendaraba ante cerca de 300 personas. Este jueves llegará a la librería Desnivel de Madrid a partir de las 19 h. (Plaza Matute, número 6).
"El segundo me llegó ascendiendo al Majuy, un cerro de más de 3.000 metros que hay en Colombia, en la zona de Cota, en Cundinamarca, relativamente cerca de la capital (15 de agosto de 2017). Me dio a las 12 del mediodía y no ingresé en el hospital hasta las 10 de la noche. En medio, el descenso del monte, comunicar con las ambulancias, el seguro, llegar a Bogotá en medio de un gran lío de tráfico y hacer un montón de kilómetros por la autopista en sentido contrario. Creía que me iba", añadió.
En ambos casos estaba acompañado por su pareja sentimental Yamile Salamanca. "Estoy aquí gracias a ella. Yo he sufrido dos infartos pero mi mujer también ha tenido que estar al pie del cañón y hay que reconocerle un mérito enorme. De una manera o de otra, ha afrontado las consecuencias de mi enfermedad. Y digo "enfermedad", sin miedo, porque me han detectado un problema congénito que me dispara el colesterol. Ahora todo está controlado ya que llevo una vida sana y ordenada (siempre lo ha hecho, por otra parte) además de medicarme. Estoy seguro de que el deporte me ha salvado la vida", aseveró. Por otro lado, "en este segundo infarto decidí contar mi experiencia, hacer un corto que se ha ido a un medio metraje para sentirme bien y ayudar a la gente que pueda estar en situaciones similares", adujo.
Además de proyectar el documental en numerosas salas de toda España (empiezan la gira en Madrid) buscarán fondos para apoyar un proyecto sanitario en el Valle del Makalu. La idea es dotar de instrumental cardiovascular a un pequeño hospital que está montándose bajo la supervisión de la ONG "SOS Himalaya" de la Fundación Iñaki Otxoa de Olza, del que era buen amigo Eduardo cuando estudiaba en Pamplona. Luego también coincidirían muchas veces en el ambiente montañero y de escalada del entorno vasco-navarro antes de la muerte de Iñaki en el Annapurna en 2008.
Asimismo, se ayudará a la comarca de Majuy para desarrollar proyectos autóctonos en una comarca indígena con bastantes limitaciones económicas. "Una vez curado, tomé la decisión de seguir haciendo deporte, el monte es mi vida. Controlado por cardiólogos de Vitoria y Colombia, eso sí, sabiendo siempre cuantas pulsaciones puedo alcanzar en cada actividad. Además, para ponerme bien conmigo mismo y cerrar el círculo, decidí regresar al Majuy y volverlo a subir. Lo hice junto a mi compañera Yamile", explicó el alpinista. Su próxima cumbre será auténticamente personal: ayer por la noche le pidió matrimonio a Salamanca ante toda la concurrencia de Dendaraba. Se casarán próximamente.