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TIRO CON ARCO

"El tiro con arco crece, nos falta una Carolina o una Lydia"

Vicente Martínez preside la Federación Española de Tiro con Arco. Charló con As en Casa Juan sobre la actualidad de su deporte.

"El tiro con arco crece, nos falta una Carolina o una Lydia"
RAFA APARICIODIARIO AS

El tiro con arco vivió su momento mágico en España en los Juegos de Barcelona 1992, cuando Antonio Vázquez, Alfonso Menéndez y Juan Carlos Holgado se colgaron la medalla de oro por equipos, la única de la historia olímpica de esta disciplina. “Pasó como en muchos deportes, había recursos, ayudas económicas y mucha motivación. Los chicos estuvieron entrenándose donde iban a competir durante seis meses. Era su casa. En la calificatoria los vio el Rey y le dijeron: ‘Si vienes a la final ganamos’. Y batieron a Finlandia”, recuerda Vicente Martínez, presidente de la Federación Española de Tiro con Arco, que se lamenta: “No hubo continuidad”.

Este profesor de Inteligencia Artificial de la Universidad Politécnica de Madrid, de 63 años, jugaba a balonmano y desembocó en el arco tras unas clases, precisamente, con el oro olímpico Holgado: “Me animó para que entrara en la gestión”. Martínez, que llevó el deporte universitario de Madrid en los 70 y los 80, fue primero presidente de la Madrileña y se presentó a la Española en 2000. “No gané, pero me empeñé en seguir”. En 2015 era presidente tras la salida de Lorenzo Miret y en 2017 salió elegido. “Me encontré una Federación saneada, aunque había que modernizar cosas: streaming, redes...”.

El dirigente, que no recibe sueldo, cuenta en su organismo con cerca de “un millón de euros de presupuesto, de los que el 45% viene de lo público y el 55% de recursos propios”. Y hay un dato que es el que hace ser más optimista, “en siete años se pasó de 6.500 licencias a 19.500”. Es decir, se han triplicado. “Ha ayudado mucho que haya arcos más asequibles de precio gracias a tiendas como Decathlon. Estamos en crecimiento en España, pero nos falta una Carolina Marín o una Lydia Valentín. Somos competitivos, pero nos faltan estrellas”, sigue Martínez.

Sin embargo, más allá del utensilio amateur, el de los élite es mucho más costoso: “Un arco bueno suele salir en torno a 2.500 euros. No sirve toda la vida a los profesionales, porque las tecnologías cambian. Tienen elementos complicados y hay un desarrollo. Además, hay pocas ventas. A un tirador de la Selección le dura dos o tres temporadas. La primera revolución fue la llegada del aluminio y después ha entrado el carbono”.

Esos arcos olímpicos son los llamados de recurvo, “los que tienen que soportar tensión en la mano”, y son los que utilizaron en los Juegos de Río 2016 Juan Ignacio Rodríguez de Liébana, Antonio Fernández y Miguel Alvariño, que formaron el trío que terminó octavo con diploma: “Estuvimos muy cerca de entrar en semifinales y quedar entre los cuatro primeros. Era una oportunidad única. Rodríguez de Liébana fue noveno individual. En chicas acudió Adriana Martín, que ha vuelto a competir”.

Porque toca mirar a Tokio 2020, donde el objetivo es clasificar a los dos equipos, el masculino y el femenino, ambos con tres tiradores. Si se consigue el pase a la prueba colectiva se asegura que también estén en el cuadro final de individual. Además, si va al menos un hombre y una mujer podrán tirar en la novedosa competición mixta: “Creo que los dos equipos deberían estar. En cuanto a resultados, prefiero no ser optimista, aunque luego puede pasar de todo. Pero los asiáticos, sobre todo los coreanos, están por encima y países como Italia son mucho más potentes a nivel económico. Tienen equipo B y a nosotros nos cuesta tener uno A”. El Mundial de Hertogenbosch (Holanda), en junio, será clave.

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Y es que en Corea del Sur el tiro con arco es poco menos que una religión. “Es un deporte obligatorio desde el colegio y por eso son tan buenos. Tienen una liga profesional en las que meten en los estadios 60.000 personas. Así ganaron cuatro oros en Río, los dos individuales y los dos de equipos”, explica Martínez y se evoca en la mesa la historia de Im-Dong Hyung, el oro olímpico de Londres que era declarado clínicamente ciego, con sólo un 20% de visión. Un ejemplo de que el tiro con arco es un deporte con capacidad integradora.

Entre los hombres fuertes de España en la carrera olímpica a Tokio seguirá Miguel Alvariño y aparecen nuevos talentos como Daniel Castro, Pablo Acha, José Manuel Solera... En mujeres, las favoritas a formar parte de España son Alicia Marín, Adriana Martín, Paula Gutiérrez, Nerea López, Celia Castaños... y la prometedora Elia Canales, plata en los Juegos de la Juventud. Pero todo se decide con un formato ‘trials’: “Hacemos unos torneos clasificatorios en los que se puede apuntar todo el mundo y se va clasificando gente a través de bonus, hasta que al final quedan ocho y ahí se decide el equipo”.

En tiempos de cambios en el movimiento olímpico, el tiro con arco conserva su posición de deporte fuerte: “Estamos bien colocados, tuvimos algún momento malo, pero ahora va bien. Estar en los Juegos es una salvación para nuestro deporte, porque tenemos más ayudas y nos sirve de escaparate”.

Martínez no se esconde y ve la cara y la cruz de la disciplina que preside: “Es un deporte complicado de seguir por su naturaleza y las competiciones van a veces muy lento, lo bueno es que son pruebas integradoras en las que pueden competir juntos hombres y mujeres, también deportistas adaptados. En la Liga, la competición es mixta”. España cuenta con cerca de 600 clubes: “Son pequeñitos, pero allí es donde se inicia la gente”.

El epicentro del tiro con arco es Madrid. “Tenemos el problema de las instalaciones. Hay en el Parque Puerta de Hierro, en Plaza Elíptica y en Moratalaz. Además, de la de la Blume. En el cordón de municipios de la Comunidad hay más lugares. El que más tradición tiene es Leganés”.
Todo el que quiere iniciarse en el tiro con arco debe hacerlo con un maestro “que enseña a cómo montar un arco” y, así, los que estrenan ese arco de Decathlon necesitan dar un curso para que su monitor le firme la tarjeta deportiva, que es la que autoriza al uso de arco, que sólo se puede transportar “para competición o entrenamientos”.

A nivel de competiciones, Madrid organizó un Mundial absoluto en 2005 en el Club de Campo y este verano, en agosto, tendrá uno cadete y júnior. Será en el campo de Cantarranas, en la Complutense, y el colofón... en el Palacio Real el 23 de agosto. “Y aún así no encontramos patrocinadores para este evento, habrá hasta 700 chavales, es la prueba de tiro con arco que más gente mueve en el mundo”.

Y en el tiro con arco también están las Chicas de Rosa, grupos de mujeres que sufrieron un cáncer de mama que utilizan este deporte como terapia para mantenerse bien. “Lo hacen bajo la supervisión de un oncólogo, en el Hospital Infanta Leonor han hecho estudios que demuestran que nuestro deporte tiene beneficios a nivel funcional y psicológico”. El tiro con arco, deporte olímpico, que dio la gloria en Barcelona 1992, integrador y en el que “el rival eres tu mismo”.