El Cuenca paga un mal inicio y cae ante el Oporto
El parcial de 1-7 en el primer cuarto de hora de partido fue una losa imposible de levantar para el equipo conquense, que maquilló el resultado al final.
El Liberbank Cuenca cayó este domingo frente al Oporto Sofarma (26-29) y se despidió de seguir en la Copa EHF, aunque al conjunto conquense le queda el trámite de la última jornada, el próximo sábado, visitando al Holstebro danés.
El Oporto se presentó en El Sargal como líder del Grupo C, habiendo ganado todos los partidos disputados, y demostró su calidad en la pista conquense. Con una plantilla amplia, con mucha presencia física, los portugueses lograron una justa victoria que les ha clasificado para los cuartos de final de esta competición europea.
Para el Liberbank Cuenca, este partido era como un caramelo envenenado. El equipo que dirige Lido Jiménez se dejó todo en la pista, pero a la calidad del rival se unieron las bajas de Dutra, máximo realizador de la liga Asobal, y del capitán David Mendoza, lesionado en un dedo en el primer minuto del partido.
El encuentro se decidió en el primer cuarto de hora porque el conjunto conquense estuvo muy desacertado en el lanzamiento exterior, sin apenas hacer trabajar al portero Bauer, lo que unido a varios postes, hizo que marcara su segundo gol en el minuto 15.
El Oporto, con ritmo lento pero seguro, no desaprovechó la circunstancia para poner el 1-7 en el minuto 14. Seis goles que sería una renta más que suficiente para ganar el partido. Los mismos con los que se llegó al descanso, 10-16.
Al comienzo de la segunda parte hubo reacción local, lo que permitió acercarse a los tres goles, 14-17, en cuatro minutos, pero la respuesta portuguesa fue un parcial de 0-4, llegándose con el 14-21 al minuto 40.
Hasta el final, el Liberbank Cuenca concedió minutos a toda la plantilla -incluso hubo jugadores como Montero que se reservaron pensando en el martes en León-, pero no le perdió la cara al partido, intentando que la derrota no fuera escandalosa.
Lo consiguió a pesar de jugar sin lanzamiento exterior y con muchas dificultades en la línea de seis metros por la gran defensa portuguesa. La reacción llegó en los últimos seis minutos del partido, cuando con un parcial de 5-1, del 21-18 se pasó el definitivo 26-29.