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BALONMANO

Los metas deciden las tablas en el Guadalajara-Valladolid

Partido de poder entre los dos equipos a lo largo de la hora de encuentro, con rachas sin premio por las intervenciones de ambos porteros

Guadalajara
Los metas deciden las tablas en el Guadalajara-Valladolid

El Quabit Guadalajara y el Recoletas Atlético Valladolid se repartieron este sábado los puntos en un duelo muy duro e igualado, con dos enormes porteros, rocosas defensas y un titánico intercambio de goles. Sólo dos tantos de ventaja llegó a tener el equipo local, en la primera mitad.

El choque se desarrolló desde el inicio a buen ritmo. En un inicio muy defensivo por ambos bandos, el Valladolid erró dos siete metros, lo que permitió al Quabit tomar la iniciativa en el marcador. Abel Serdio peleaba con tres oponentes en la línea de seis metros. El joven pivote internacional mantuvo en jaque a la zaga alcarreña, que descuidó a menudo a los extremos pucelanos. Así, Dani Pérez destacaba por su anotación y efectividad.

La exclusión de Rubén Río, en el Atlético, permitió a los morados alcanzar su máxima renta en el primer período (8-6). Que poco después reeditó (10-8).

David Pisonero, entrenador del Atlético, ordenó las primeras rotaciones. Con Roberto Pérez y Héctor González frescos en la presión y Víctor o Turrado ligeramente adelantados en defensa, Valladolid sujetó a Guadalajara y sólo concedió un tanto de desventaja en el descanso (14-13). Carlos Calle, inspirado bajo palos, contribuyó a sujetar a su equipo sobre la pista. En el cuadro local Nacho Moya, principal estilete en ataque, caía lesionado iniciado el minuto 24.

En la reanudación Diego Camino, desde siete metros, restablecía las tablas, y tocaba empezar de nuevo. El Quabit transitó durante diez minutos por una severa sequía goleadora. Gracias a Hombrados, enorme incluso en los disparos de siete metros, logró mantenerse en la pugna.

La igualdad máxima se instaló de nuevo en el David Santamaría. El partido transcurría en un intercambio de goles que no convencía a César Montes, técnico del Quabit, quien solicitó tiempo muerto mediada la segunda parte. En efecto, la defensa 6-0 trazada por Valladolid era un muro difícil de horadar. Costaba un mundo a los morados devolver los goles que Recoletas anotaba con rapidez. La exclusión de Turrado dio oxígeno a los locales, y el choque entró con empate a 23 goles en su último parcial.

En la antesala del último minuto Rubén Río adelantó a los atléticos desde los siete metros (24-25). No fue suficiente. El Quabit empató en una contra que nació de una decisión arbitral controvertida. Reparto de puntos en Guadalajara. El Valladolid no pudo vengarse de su derrota en Huerta del Rey, en la primera vuelta.