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SPEED SKI

Simone Origone: "El límite en el Speed Ski no es humano: es del tiempo o de la pista"

El 10 veces campeón de la Copa del Mundo de Speed Ski atendió a As para hablar de su trayectoria y espera que en Italia este deporte gane interés.

Suecia
Simone Origone posa tras competir en Idre Fjäll.
Departamento de Comunicación de Jan Farrell

El Speed Ski no se entiende sin la figura del italiano Simone Origone. A sus 39 años este intrépido esquiador es uno de los grandes nombres de los deportes de invierno a nivel mundial, tal y como atestiguan sus 10 Globos de Cristal conseguidos en la modalidad desde el año 2004, año en el que debutó en esta disciplina. Origone atendió a As durante la celebración de la tercera y la cuarta prueba de la Copa del Mundo de Speed Ski en Idre Fjäll (Suecia) para analizar su trayectoria, sus futuros retos y la situación actual de la disciplina.

- ¿Cómo se siente tras conseguir su victoria número 40 en Copa del Mundo (la consiguió en la tercera prueba de la Copa del Mundo 2019)?

- Me siento muy feliz. Es una carrera más. De la 39 a la 40 no hay una gran diferencia. Pero es importante esta victoria 40. La podía haber conseguido en la segunda carrera en Andorra el año pasado pero no ocurrió. Este año en Finlandia he tenido algunos problemas con el nuevo equipamiento, no fue el correcto, y ahora he vuelto con mi antiguo equipamiento y estoy muy contento.

- ¿Esta victoria es un punto de inflexión en la temporada?

- Es difícil de decir. Ahora todo empieza de cero. Además este sábado tenemos la primera carrera. Lo que paso con Manuel (Kramer) podría no ocurrir mañana. Desde ahora empezamos de cero. Es bueno para mí porque le he recortado 40 puntos y ahora estoy igualado con él. Es la misma situación que la última prueba de competición el año pasado en Andorra. (En la cuarta prueba de Copa del Mundo en Idre Fjäll Origone también ganó y Kramer fue tercero, ampliando a 40 puntos su ventaja en el liderato).

- ¿Con 39 años ha llegado a pensar el momento de la retirada?

- No, ¡Ojalá llegue a 50 victorias! Para mí el Speed Ski es una gran pasión, algo muy importante en mi vida y en lo que he invertido mucho tiempo. No me ha dado dinero, es más, he perdido dinero porque tengo patrocinadores pequeños. Es una gran pasión, es algo que me gusta hacer. Todos los años intento evolucionar, aunque ya soy algo viejo, no tan joven, pero sigo manteniendo la motivación. Quizá la temporada pasada fue un buen momento para retirarme. Quiero ser un supercampeón y retirarme como tal, pero es muy difícil. Por ejemplo Alberto Tomba, no ganó en su última carrera. En tu mente, cuando ganas una carrera, piensas en ganar otra. Para mí es complicado retirarme. Si me retiro será por las rodillas, no por falta de motivación. En los últimos 4-5 años he pensado en retirarme pero es difícil. El Speed Ski es mi amor, mi vida, mi trabajo. Ahora por ejemplo me estoy construyendo mi casa y es más difícil invertir dinero”.

- ¿Es importante el equipamiento a la hora de competir?

- Lo más importante en el Speed Ski siempre es el piloto. Pero sí es importante que tenga un buen equilibrio con el equipamiento. Muchas veces en mi carrera he intentado ser mejor. El año pasado gané con mi equipamiento pero este año lo he cambiado para intentar mejorar. Así que sí, es importante encontrar el equipamiento pero si quieres ganar una carrera en la Copa del Mundo todo debe ser perfecto: tu técnica, tu forma de esquiar y tu equipamiento.

- ¿Cree que el éxito deportivo del Speed Ski italiano puede repercutir en Italia?

- Lo podríamos llamar ‘Speed Spegahetti’ (risas). Es una buena oportunidad. Hace mucho que no se celebra una prueba en Italia. El Speed Ski es casi aburrido en Italia porque su era dorada fue en Cervinia. Tras el primer record en Saint-Moritz en 1931 todos los récords del mundo de Speed Ski fueron en Cervinia, Portillo y Colorado. Eran La Meca del Speed Ski. Yo vivo cerca de Cervinia”.

- Háblenos de Valentina Greggio, la esquiadora que deslumbra en categoría femenina.

- Valentina tiene mucho talento pero también mucha suerte de estar en el equipo italiano conmigo y con mi hermano Ivan. Le hemos ayudado a ponerla en el más alto nivel. Cuando empecé a competir en el 2005 había más carreras y más posibilidades de ganar. Cuando empecé era menos profesional, con la preparación de los esquís. Me vine del esquí alpino, que era muy profesional, preparabas esquí, entrenabas todo el rato… Me volví más profesional cuando cambié de disciplina. Antes tenía muchas fiestas. Cuando ibas a competir una semana, tenías 3 o 4 fiestas. Eso se acabó. Ahora compito con esquís profesionales, duermo más.

- Su hermano Ivan tiene el récord del mundo de Speed Ski con una marca de 255 km/h. ¿Cree que se puede batir?

- Todos los récords se batirán algún día. En este momento el récord de Ivan se puede batir. Hay un problema: sólo hay una pista en todo el mundo donde se puede batir ese récord y esa es Vars. Además, se tienen que dar las condiciones climatológicas para ello. Algún día se batirá ese récord, pero no será fácil. Este año las condiciones no acompañan, por lo que parece imposible. El límite en el Speed Ski no es el límite humano. El límite es el tiempo o la pista. Si abrieran Les Arcs se podría batir más rápido el récord de mi hermano. Si no se lleva el Speed Ski a lugares como los Andes es por tema de dinero. También creo que el Speed Ski se podría llevar al Cáucaso pero el problema es que no se han encontrado lugares donde puedas tener pista y zona para frenar y hacerlo. Muchas veces camino por los Alpes y miro montañas, estoy todo el día en la montaña trabajando y dices ‘es un lugar fantástico’ pero el final no es el apropiado porque necesitas la zona para deslizarte pero también una zona para frenar.

- Pese a que Italia brilla en Speed Ski, no acoge ninguna prueba de Copa del Mundo. ¿A qué se debe?

- No se hacen pruebas de Copa del Mundo en Italia porque no hay interés. Había una pista en Cervinia pero ahora es imposible que se celebren pruebas allí. Entre 1999 y 2007 había pista en Cervinia pero las pruebas eran lentas. Hemos gastado dinero para organizar competiciones pero no se puede en un sitio donde el récord es de 163 km/h y no es interesante para los medios. Además tampoco tenemos muchos nuevos corredores. Si los tuviéramos se haría. Lo hemos intentado con Cervinia pero una pista nueva cuesta mucho dinero. Ahora mismo el Speed Ski en los Alpes tiene problemas. Pero el principal problema es el interés. Es muy triste. Estamos mi hermano, Valentina y yo. Nada más. Es un mundo muy pequeño y tenemos un gran apoyo de la Federación Italiana. Hay pocos corredores, también en la Copa del Mundo”.

- ¿Qué le parece la labor de Jan Farrell para expandir el Speed Ski?

- Necesitamos más gente para el Speed Ski y Jan Farrell está trabajando en ello. En estos momentos es complicado pero estamos trabajando para buscar nuevos corredores. Por ejemplo Valentina (Greggio). Tuvo la suerte de encontrarnos en el equipo. El trabajo de Jan por difundir el Speed Ski es genial para nosotros. Creo que el principal problema para nosotros fue el cierre de Les Arcs. Antes estaba abierto toda la temporada, la pista estaba abierta todo el día y era posible entrenar todos los días. Gente de todo el mundo venía a Les Arcs, alquilaba un apartamento durante 20-30 días y entrenaba y competía en Europa. En muchos países ahora mismo es difícil empezar. Italia no tiene carreras, Austria no tiene carreras y en Francia la Federación no apoya mucho a los pilotos. Hacer toda la temporada es muy caro, por eso, los principales problemas son económicos y también la cantidad de los premios. Andorra es la única prueba donde se dan buenos premios económicos y donde mucha gente va a competir. Además se hacen carreras para niños y eso me parece bien. En Italia también estamos buscando jóvenes promesas. Les entreno y este año tenemos a dos juniors compitiendo en la Copa del Mundo.

- Además de usted, ¿a quién destacaría en la competición?

- El esquiador de Speed Ski con más talento es mi hermano Ivan. Y los más ‘locos’ son Manuel Kramer y Simon Billy, que tiene la oportunidad de entrenar mucho porque vive en Vars.