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VOLEIBOL | COPA DE LA REINA

El Logroño defenderá su título de Copa ante el tinerfeño Haris

El Barça, trabajador y generoso en el esfuerzo, no pudo aprovechar el cansancio físico del Haris para hacer historia en la Copa.

Semifinal de la Copa de la Reina de voleibol.
Ángel Medina G.EFE

El Dimurol Libby's Haris y Barça CVB protagonizaron este sábado un partido de poder a poder en las semifinales de la Copa de la Reina de voleibol, que se saldó con triunfo canario por 1-3 después de que el cabeza de serie fuera de más a menos y terminase entregado al conjunto tinerfeño.

El Barça, trabajador y generoso en el esfuerzo, no pudo aprovechar el cansancio físico del Haris para hacer historia en la Copa, y su adversario aprovechó su mayor experiencia y poderío en la red para cumplir los pronósticos.

Los primeros momentos del enfrentamiento fueron de igualdad y estudio, aunque el mejor juego coral de las azulgranas les permitió, con una buena dirección en cancha de Silvia Araco, colocar un parcial 8-6 que provocó un tiempo muerto de David Martín.

Aunque el equipo de La Laguna trató de despertar, en nada se pareció al que en la noche del viernes eliminó al anfitrión CCO 7 Palmas, y no encontró soluciones ante la cohesión del único equipo de la élite española que carece de extranjeras (12-8).

Las tinerfeñas solo entraron en el partido por la acumulación de errores de su contrario, hasta tres consecutivos al montar su ofensiva (15-17), circunstancia que aprovechó Hugo Gotuzzo para pedir tiempo muerto.

El Barça siguió errático y el técnico argentino agotó sus consejos con 18-22 en el marcador y buscando la fórmula de parar a la opuesta estadounidense Taylor Mims, y un 20-22 presagió la reacción de las peninsulares. El Haris no decayó y aprovechó los remates por zona cuatro de la receptora norteamericana Jalii Winters para adueñarse de la manga, a lo que contribuyeron los errores no forzados del (22-25).

En el segundo set mejoró la propuesta de juego del conjunto catalán, más solido tanto en la ofensiva como en la segunda línea y, sin regalar tantos puntos como en la manga anterior, unos parciales 10-7 y 12-9 avisaron de su propósito de pelear por la final.

El Barça despertó con un parcial 3-0 (19-17), bien liderado por Rocío Gómez, mientras que el Haris se quedó sin soluciones para parar a un enrabietado contrincante que, después de colocar un claro 24-20, tuvo que esperar a un saque fallado por Nsungimina para igualar el choque.

La tercera manga fue un querer y no poder del Barça al estrellarse una y otra vez ante el poderoso bloqueo de las isleñas (8-13, 10-15 y 11-16), pero las foráneas aprovecharon algunas dudas del Haris para adelantarse con un parcial 7-1 (18-17) tras otro alarde colectivo y con Escamilla y Gómez con estiletes.

Sin embargo, en la recta final regresó la cohesión al bloqueo tinerfeño y el ataque azulgrana se mostró menos fluido en el momento más inoportuno, para colocar el punto de set la central brasileña Flavia Dias en un final de infarto y ajustado (23-25).

Un 6-1 de las pupilas de Gotuzzo en el arranque de la cuarta manga pareció fruto de la relajación de un rival que comenzaba a dar muestras de cansancio -las tinerfeñas precisaron clasificarse el viernes-, pero el conjunto lagunero asumió más riesgos y, entre su desparpajo, bloqueo y los regalos a modo de fallos azulgranas, el marcador se volteó: 10-12.

Tras el tiempo técnico, llegó un parcial 3-0 que careció de continuidad porque el adversario canario marcó otro de 0-9 (13-21) que terminó de minar la moral de un Barça más preocupado en protestar las decisiones de los árbitros que en buscar soluciones a su juego. El 15-25 final reflejó fielmente el dispar rendimiento de ambos equipos.

El Alcobendas no pudo dar la sorpresa

El Alcobendas no pudo sorprender este sábado al Minis Arluy Logroño en las semifinales de de la Copa de la Reina de voleibol y el conjunto riojano defenderá este domingo su cetro ante el Dimurol Libby's Haris de Tenerife después de superar con nitidez y suficiencia a las madrileñas (3-0).

El máximo favorito para el título solo permitió algunos momentos de relax a su adversario en el arranque del choque, pero pronto colocó unos parciales de 11-6 y 14-7 que fueron toda una declaración de intenciones y, además, con la canadiense Michele Savard y la central serbia Iva Pejkovic como principales estiletes.

El conjunto madrileño buscaba entonces de forma reiterada los remates de su dupla estadounidense Brooke Kranda-Hailey Murray y de Sofía Elizaga, aunque su esfuerzo solo sirvió para maquillar ligeramente la diferencia (17-12).

Desde el saque la presión del Logroño se hacía ostensible y, para la alegría de sus incondicionales, el bloqueo se encargaba además de minimizar el poderío ofensivo de un Alcobendas que, cuando lo lograba superar, era solo por medio de remates de sus dos norteamericanas (25-19).

Un parcial 4-0 del Minis Arluy en el inicio de la segunda manga presagio una debacle en su contrario, pero el Alcobendas sacó fuerzas de flaquezas para empatar a cuatro y darse un respiro anímico.

Con todo, esa mejoría del Alcobendas no se prolongó mucho más allá y las riojanas volvieron de irse de cinco puntos casi jugando a medio gas (13-7), dando la impresión de reservar sus fuerzas para la cita decisiva de la tarde dominical con el Haris tinerfeño.

El entrenador argentino Guillermo Gallardo pidió tiempo muerto con 16-9, pero las jugadoras del Alcobendas siguieron sin reaccionar y muy alejadas del rendimiento que le llevó este viernes a vencer al Avarca Menorca en el entretenido choque.

El 25-12 reflejó a la perfección la diferencia de rendimientos y avisó de un final de partido por la vía rápida, tanto por un equipo madrileño muy desdibujado, como por el juego del vigente líder de la elite española que, además, dio toda una lección de administrar esfuerzos con plena eficacia.

El bloqueo de Pejkovic y la brasileña Daniella da Silva minó la moral del Alcobendas en los primeros instantes del tercer set, a la postre definitivo, y los puntos se sucedieron a ritmo de casi vértigo en el casillero riojano (7-1).

Un tiempo muerto solicitado por Guillermo Gallardo dio ánimos a las madrileñas, quienes recortaron la desventaja a tres puntos (11-8), pero siempre con la remontada muy cuesta arriba y un Logroño que se limitaba a aprovechar la inercia del choque para tener controlado el marcador en todo momento.

Con 16-11 agotó sus tiempos muertos el técnico argentino y el Alcobendas mejoró su imagen lo suficiente para generar las primeras dudas a un Logroño que parecía pensar más en el choque del domingo que en acabar su semifinal (19-19).

Un tiempo muerto de Juan Diego García y una buena dirección de la estadounidense Ashley Evans evitaron la prolongación del partido, aunque el generoso trabajo del Alcobendas mereció ese premio (25-23).