Sagosen pone la magia para que Noruega repita en la final
Los noruegos fueron superiores tácticamente a una Alemania que no pudo con la imaginación y calidad del central nórdico
La fiesta alemana fue noruega, que en Hamburgo logró batir a uno de los anfitriones (31-25) para jugar el domingo la final frente a Dinamarca, el otro organizador. Noruega repite en una final del Campeonato del Mundo, porque en 2017 jugó la primera de su historia ante la anfitriona Francia, con la que perdió.
Sagor Sagonsen (23 años), del que se dice que será el mejor jugador de la década de los veinte, que milita en el PSG y comparte posición con Mikkel Hansen y Nikola Karabatic, fue el héroe de los ganadores aunque el premio al jugador más valioso del partido se lo llevase su compañero el pivote Myrhol. Los dos lograron seis tantos, uno menos que Magnus Rod, un lateral de 19 años autor de siete tantos que no pudo acabar el encuentro por la dureza alemana.
Pero en un encuentro en el que ganar la posición costaba sangre, sudor y lágrimas, Noruega fue un modelo de concentración. Sus jugadores no se dejaron intimidar, y sacaron a los alemanes de su posición tranquila en el 6-9. Cambiaron la defensa, buscaron a Sagosen, pero no pudieron rebajar la eficacia de los escandinavos.
Con el 12-14 al descanso, la segunda parte siempre fue para Noruega, que impidió que Alemania remontase, Los anfitriones estaban cerca, siempre ahí, pero no rebajaban las diferencias y acabaron exhaustos ante un rival que era un bloque compacto, que aguantaba todo lo que caía encima. Hubo un momento, con Sagosen en el banquillo, que parecía posible que Alemania al fin cazase a Noruega. El descanso duro nada. Berge recuperó para el juego al central, y en un pis pas 25-31 para que el Barclaycard Arena de Hamburgo se llenase de tristeza.