Previas 6 Naciones 2019: Italia, siempre en tierra de nadie
Un año más es la favorita para llevarse la cuchara de madera al peor equipo del torneo. Desde su inclusión en el año 2.000, el progreso ha sido escaso.
De las 19 ediciones que ha jugado Italia desde que forma parte del Seis Naciones, lo ha terminado en última posición en 13 ocasiones, penúltima en cuatro y cuarta en dos. Nunca ha estado en la parte noble de la clasificación y suma 12 victorias y un empate en 95 partidos. Con estos números en la mano, el país transalpino aporta muy poco al torneo y no es extraño que muchas voces, viendo el desempeño de otros equipos europeos como Georgia en los últimos tiempos, lo esgriman como argumento para pedir que el torneo se abra a ascensos y descensos.
El hecho de que los principales equipos italianos jueguen en una competición de alto nivel como el Pro 14 desde hace años tampoco ha cambiado mucho el panorama. Completada la transición entre la generación de los Castrogiovanni, Bergamasco, Zanni o Parisse, con algún rescoldo como los propios Alessandro y Sergio aún en activo, a la de los Benvenuti, Campagnaro o Minozzi (fuera este año por lesión), el equipo que dirige Conor O'Shea sigue instalado en el mismo lugar que ocuparon los primeros: la irrelevancia.
Delantera
Bigi, Ghiraldini, Lovotti, Pasquali y Ferrari repiten del último torneo y se incorporan Cherif Traoré y el joven Zilocchi, pilier de 22 años del Zebre, en cuanto a la primera línea. En la segunda un clásico, ya con 34 años: Alessandro Zanni, que seguirá engordando una lista de caps hace tiempo centenaria. Con Ruzza y el intimidante Dean Budd se completa el trío de Benetton en esa línea. Les acompañará también el único jugador del equipo que hará su debut en este Seis Naciones, el nacionalizado David Sisi, campeón del Mundo sub-20 con Inglaterra en 2013 que ha llegado a jugar en la Premiership con Bath y London Irish. Una fuerza de la naturaleza de 1,96 y 120 kilos cuyos abuelos son de Pistoia, ahora juega para Zebre y puede ser la buena noticia del torneo para Italia. Porque necesita caras nuevas y esperanza delante, donde el único jugador de talla mundial, capaz de marcar diferencias a este nivel, que ha producido en estos 19 años, Sergio Parisse, está ya en la recta final de su carrera. Él será, a sus 35 años, quien comande una vez más el pack italiano. A su lado, en la tercera, estarán Marco Barbini, un buen flánker ignorado por O'Shea durante casi todo su mandato, Sebastian Negri, Abraham Steyn, Jimmy Tuivaiti y otro 'ben tornato', como les gusta decir a ellos, Maxime Mbanda. Fuera, un peso pesado: Jake Polledri.
Tres cuartos
Hay bajas devastadoras en la línea italiana. Empezando por el supersónico ala, que puede jugar también de zaguero, Matteo Minozzi. La mejor noticia de Italia en el últimoSeis Naciones se destrozó la rodilla hace meses en un partido del Pro 14 y todos sus esfuerzos están ahora mismo en llegar sano al Mundial del próximo septiembre. El medio melé Marcello Violi y otro ala como Mattia Bellini también están fuera de combate, con Leonardo Sarto, recuperado hace poco de sus problemas físicos y recientemente fichado por los Tigers, esperando una llamada de O'Sea, que seguramente se produzca tarde o temprano, para ocupar ese hueco. Palazzani y Tebaldi se disputarán el nueve y Allan, Canna y McKinley, el diez, con el primero en ventaja. Los centros, para Bisegni, Castello, Campagnaro y Morisi y en el trío de atrás, sin Minozzi ni Bellini, sólo la certeza de Benvenuti, con otro que vuelve, Esposito, como primer candidato al costado opuesto y Hayward y Padovani como aspirando a ser el zaguero titular.
El As a seguir: Sergio Parisse
Sin Minozzi, vuelve a ser el principal atractivo de Italia. Catorce años en el Stade Français (en los que ha sido dos veces campeón del Top-14) y 134 partidos internacionales contemplan a este coloso de 1,96 y 110 kilos nacido en La Plata, Argentina, hace 35 años, de los que lleva prácticamente 16 cargando sobre sus hombros casi todo el peso del rugby italiano. Con los Azzurri ha jugado cinco mundiales, todos desde 2003, y todos los Seis Naciones desde 2004 cuando no le ha interrumpido alguna lesión. En esta última competición, la que nos ocupa, es desde el año pasado el jugador que más veces ha transportado el oval, 674, y el que más metros ha ganado con él, 2.878. Uno de los mejores ochos del mundo, al que en algún momento, más pronto que tarde, habrá que decir adiós. Pero, de momento, disfrutemos un año más.
El entrenador: Conor O'Shea
No ha cumplido de momento el objetivo de su mandato, que debe ser ya el de cualquiera que asuma el cargo de seleccionador italiano: hacer de La Nazionale un equipo realmente competitivo en el seno del Tier 1 (el primer nivel de selecciones internacionales). En las dos ediciones desde que sustituyó a Brunel, que no consiguió que el equipo ganase un sólo partido en 2016, ha hecho exactamente lo mismo que su predecesor: perder y volver a perder sin remedio. Lo más cerca que ha estado de ganar un partido ha sido el 27-29 registrado ante Escocia, en Roma, el año pasado. Un bagaje descorazonador, más si tenemos en cuenta que Argentina, desde su inclusión en el Rugby Championship (antes Tres Naciones) en 2012, se ha quedado tres veces sin ganar y en la última edición ya fue capaz de batir a Australia a domicilio y a Sudáfrica en casa. Antes de firmar con Italia, el irlandés ganó la Premiership (2012) y la Challenge (2011) con Harlequins, entre otras cosas.