No fueron suficientes Sterbik y Solé para derrotar a Francia

Doce balones perdidos condenaron a España ante Francia (30-33) porque los de Dinart sólo regalaron cinco. Pero además, es que la Selección cedió esos balones en los momentos más desequilibrantes, atacando en inferioridad. Porque España a remolque toda la primera parte (15-17) para igualar al inicio de la segunda mitad, pero ahí, la exclusión de Morros se zanjó con un parcial de 1-5 tras una cascada de errores. El partido estelar de Solé (11 goles de 12 lanzamientos) y la aportación de Sterbik (que metió a España en el partido con tres paradas seguidas al final de la primera mitad, con un 39 por ciento) no fueron suficientes para la Selección.

Todos sabemos que España necesita elaborar su juego ofensivo, mover el balón, mantener una circulación constante para marcar. Francia no, porque tiene una calidad enorme de lanzamiento, como demostró Dinart en la segunda parte, que para mantener su distancia colocó a dos laterales zurdos en el ataque, con Richardson y Mem (10 tantos entre los dos), jugando a distancia, entrando de manera directa para buscar la tercera exclusión de Morros. Ahí la defensa española no sacó réditos, porque los dos zurdos machacaron y machacaron.

Antes había sido Fábregas, desde el pivote, el que había martilleado a España desde los seis metros, al que le llegaban demasiados balones con la posición ganada. La defensa no fue lo mejor de España en esta jornada, y para ganar a esta Francia hay que ser más duro, con más contactos, más intensos. Más o menos como hicieron los franceses, con un arbitraje permisible que ellos si aprovecharon y los nuestros no. El juego es así, por más que Jordi Ribera perdiese los nervios y se llevase una exclusión, o quizá lo hiciese parea cambiar el ritmo del partido, que es habitual entre los técnicos, pero no nos valió. Ahora España ya no depende de sí misma para estar en las semifinales: necesitar ganar a Brasil (lunes) y a Alemania (miércoles), y que Croacia patine y nos eche una mano Francia.