Previas del 6 Naciones: Francia, reconstruir mirando a 2023
La lista del XV del Gallo es un sacrificio del presente a cuatro años vista, cuando organizará el Mundial. Entre los 31 hombres de Brunel hay cinco debutantes, dos de ellos campeones del Mundo sub-20.
Días después de que Jacques Brunel anunciara los 31 hombres que representarán a Francia en el Seis Naciones, la lectura generalizada es que su convocatoria es una huida hacia delante. Parece que la derrota ante Fiyi (14-21), que profanó el sagrado Stade de France el pasado noviembre (también lo hizo Sudáfrica y Argentina plantó cara en Lille), ha sido una suerte de catarsis para el de Courrensan y para el rugby francés en general: liberados de los demonios de un presente poco competitivo, se diría que los jerifaltes de la FFR, con el oscuro Bernard Laporte a la cabeza (se le acusó de trato de favor al Montpellier y muchos le culpan de la pérdida del rugby champagne, el juego alegre que durante mucho tiempo caracterizó al XV del Gallo), andan ya ocupados en armar un equipo competitivo para el Mundial de 2023, a celebrarse en su país.
Delantera
De los cinco jugadores que se estrenarán en el Seis Naciones, tres son delanteros: los primeras líneas Dorian Aldegheri y Demba Bamba (que ya estuvo en el banquillo ante Fiyi, pero no llegó a debutar) y el tercera Gregory Alldritt. La primera la completan Uini Antonio, Dany Priso, Jefferson Poirot, Julien Marchand, Pierre Bourgarit y el capitán Guilhem Guirado, quizá el único que marca diferencias en esa línea. En la segunda siguen Vahaamahina e Iturria y se incorporan respecto al torneo de 2018 Félix Lambey y el sudafricano nacionalizado (tras más de tres años en Montpellier) Paul Willemse. Detrás, el número 8 Louis Picamoles, el otro jugador de talla mundial que tiene esta Francia en delantera, comandando una tercera con Wenceslas Lauret, el mencionado Alldritt, Yacouba Camara y Bernard Le Roux.
Tres cuartos
La vuelta del centro Wesley Fofana, probablemente el jugador más imaginativo del equipo, a un Seis Naciones (ya reapareció en la ventana de verano de 2018 tras año y medio de problemas físicos) a priori es un acicate para que veamos un cambio de tercio en la línea francesa, una idea que se refuerza con la presencia de otros 'jugones' como el zaguero Maxime Médard, otro centro que puede jugar también de ala como Gael Fickou y Yoann Huget, normalmente acomodado en los costados. Médard y Huget,al igual que el otro zaguero, Ramos, se desempeñan en Toulouse, cuya aportación de jugadores al equipo nacional es siempre un buen termómetro para saber a qué quiere jugar Francia.
A juzgar por estos nombres, y otros como el del medio melé Serin, el apertura Camille López o un clásico como Parra, parece que veremos una versión más preciosista. Parece, porque todo dependerá de cómo les quieran utilizar Brunel y Laporte, más proclives al rugby de contacto que al de evasión. No en vano, en la lista sigue Mathieu Bastareaud, un bisonte con 111 kilos de peso y... Y ya. Su presencia la compensan dos jugadores a seguir, por jóvenes y atrevidos: el apertura o centro recientemente campeón del Mundo sub-20 (el otro presente en la lista es Bamba), Romain Ntamack (19 años), y otro centro como Damian Penaud, que apunta a serlo todo en el rugby francés de la próxima década.
El As a seguir: Wesley Fofana
No es el jugador con más peso en esta Francia, pero seguramente sea el más agradable de ver. Eso y que vuelve al Seis Naciones tras su calvario de lesiones. Cualquier combinación de Francia en los centros, menos la que le emparejaría con Bastareaud, puede dar mucho juego. Sin duda apetece verle con Ntamack o Penaud, y si algo ha demostrado Brunel en el año escaso que lleva al timón, es que tiene arrestos para poner a jugar a los jovenzuelos. La mejor versión del de Clermont sería un salto de calidad tremendo en una línea largo tiempo necesitada de ideas.