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Rams 30 – Cowboys 22

Los Rams torturan a los Cowboys con Todd Gurley y C.J. Anderson

Los dos corredores de los Rams desfondaron a la defensa de los Cowboys que perdió la magia de las últimas jornadas mientras su ataque se quedaba sin soluciones.

Madrid
Jan 12, 2019; Los Angeles, CA, USA; Los Angeles Rams running back Todd Gurley (30) runs in a touchdown in the second quarter against the Dallas Cowboys in a NFC Divisional playoff football game at Los Angeles Memorial Stadium. Mandatory Credit: Robert Han
Robert HanashiroUSA TODAY Sports

Sean McVay se jugaba demasiado. En la pasada agencia libre los Rams tiraron la casa por la ventana para darle a su entrenador un ‘dream team’ que pudiera ganar el anillo este mismo año. Pero los Cowboys eran un regalo envenenado. Un equipo que parecía defenestrado hace solo un par de meses, pero que ha llegado a enero más en forma que quizá ningún otro. Por eso, desde el primer minuto se notó que los Rams, con Gurley tocado, jugaban con un nudo en la garganta, como el que no puede permitirse el lujo de fallar, mientras los Cowboys empezaban una semana más la frescura del que sabe que ya ha llegado más allá de lo que nadie esperaba, y que cada partido era un regalo del que había que disfrutar. Dos formas opuestas de afrontar una batalla que empezó marcada por esas premisas pero terminó dominada por los Rams simplemente porque son mucho mejores tanto en el campo como en la banda.

Los Rams empezaron haciendo muy bien lo que todo el mundo pronosticaba que intentarían: dominar al front seven de los Cowboys con Gurley y línea ofensiva y controlar el reloj. Pero en las últimas yardas la magia desapareció y tuvieron que conformarse con un field goal. Todo el esfuerzo quedó inmediatamente eclipsado por el tremendo arranque de los Cowboys, en el que Prescott firmaba un drive perfecto, Elliott conseguía un cuarto down y Amari Cooper culminaba la faena con un touchdown de 29 yardas después de una penalización inaceptable en un partido de esta importancia de Marcus Peters, que volvió a enseñar lo peor de sí mismo en el peor momento. Los Cowboys sacaban a pasear todas sus figuras desde el minuto uno sin guardarse nada. 3-7 y los Rams a remolque. Los visitantes habían conseguido que los primeros compases de partido transitaran por el camino que más les convenía.

C.J. Anderson y Todd Gurley no dan respiro

En la siguiente serie de los Rams ya quedó clarísimo que McVay no quería sobreexponer a un Gurley aún convaleciente. Compartía backfield con un Anderson con sobrepeso pero enchufadísimo. Los locales se movían en el alambre con terceros downs e incluso un cuarto de una yarda en su propio campo. No querían bajo ningún concepto ir a remolque. Pero otra vez se atascaron en la orilla, en la yarda 5 rival, y otra vez tuvieron que conformarse con un field goal. 6-7 con el segundo cuarto recién comenzado y con el partido, por el momento, donde quería Dallas.

Pero poco a poco se hizo evidente que el ataque de los Cowboys pasaba muy poco tiempo en el campo. En ese momento quizá no fuera decisivo, pero todo apuntaba a que, a ese ritmo, la defensa de Dallas iba a llegar al final con la lengua fuera. Además, la apuesta por Anderson empezaba a darle réditos a los locales y el corredor anotaba el primer touchdown de su equipo, 13-7, que le daba completamente la vuelta al guion. Además, dejaba muy comprometidos a unos Cowboys que necesitan un marcador lo más apretado posible para que su plan de juego funcione.

Los Cowboys se iban diluyendo mientras el gordito Anderson se convertía en un gigante y la defensa de los Cowboys perdía cualquier iniciativa. Entonces, a 3:27 para el descanso, apareció Gurley en un fogonazo de 35 yardas para touchdown que rompía el partido 20-7 y dejaba a los Cowboys sin margen de maniobra. Zeke Elliott se iba al descanso con 40 yardas de carrera y entre Anderson (78) y Gurley (72) sumaban 158. Demasiada diferencia.

Tras la reanudación los Cowboys resucitan

Tres y fuera de los Cowboys tras la reanudación y field goal de los Rams 23-7 con Gurley y Anderson corriendo cada vez más sobrados. Como había sucedido en el partido entre Chiefs y Colts, parecía que los dos últimos cuartos iban a tener sabor a trámite. Pero Prescott conectaba con Gallup con un pase tremendo de 44 yardas que dejaba la pelota en la yarda dos, Zeke Elliott anotaba de carrera y Amari Cooper conseguía la conversión de dos. Otra vez aparecían las tres estrellas ofensivas de Dallas para dejar a su equipo a una anotación, 23-15. El partido estaba mucho menos encarrilado para los Rams de lo que parecía, y Talib tenía que irse al vestuario lesionado, aunque luego volvería y no está muy claro que eso fuera bueno para su equipo.

Los Rams parecían algo tocados y tenían que despejar el balón por primera y única vez en el partido. Mientras, los Cowboys tensaban la cuerda hasta romperla con un cuarto y pulgadas frenado en seco por el muro local. Para evitar el soponcio, McVay decidió volver al plan que tan bien le había funcionado en la primera mitad y reanudó la tortura a la defensa rival con carreras de Gurley y Anderson. Con ellos, y Wood recibiendo pases quirúrgicos, llegaron hasta la yarda uno rival y McVay se jugó el todo por el todo en cuarto down. En vez de patear el field goal que le colocaba dos anotaciones por delante, se arriesgó buscando un touchdown que dejaba el partido mucho más encarrilado y que llegó gracias a una carrera de potencia de Anderson, 30-15. Una decisión temeraria que habría dado mucho que hablar si los Cowboys hubieran recuperado la posesión.

La carrera decisiva de Goff

Quedaban poco más de siete minutos y los Cowboys ya estaban desbocados, con Prescott lanzando pases largos a diestro y siniestro y Garrett jugándose cuartos downs a la desesperada. Los Rams gastaban todos sus tiempos muertos, pero los tejanos parecían avanzar demasiado despacio y se quedaban sin tiempo. Una interferencia de Talib a Cooper en la end zone le devolvía la vida a los Cowboys, que anotaban un touchdown con una carrera de una yarda de Prescott, volvían a quedarse a una anotación, 30-22, a falta de 2:11 y todavía tenían los tres tiempos muertos.

Entonces no fueron Gurley o Anderson los que corrieron. Goff, que había tenido un papel secundario durante el partido, consiguió un primer down con una carrera de once yardas que dejó el choque prácticamente decidido y que Anderson cerró dos jugadas después. Los Rams terminaron con 263 yardas de carrera, 123 de C.J. Anderson y 115 de Todd Gurley, para llegar a su primera final de conferencia desde 2001. Los Cowboys se despidieron con la cabeza muy alta después de haber llegado más lejos de lo que nadie esperaba. Y como regalo, ambos equipos nos dejaron un gran partido divisional.