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PABLO IBAR

Tanya, mujer de Pablo Ibar: "No hay dinero en el mundo para pagar lo que nos han sacado"

La mujer de Pablo Ibar pasó por los micrófonos de 'Hoy por Hoy' de la Cadena SER antes de que la próxima semana declare en la repetición del juicio por un triple homicidio en Florida.

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Tanya, mujer de Pablo Ibar: "No hay dinero en el mundo para pagar lo que nos han sacado"

Pablo Ibar ve como poco a poco crece la esperanza de que abandone el corredor de la muerte después de 24 años, cuando fue acusado de un triple homicidio que asegura que no cometió. Después de que el detective del caso reconociera que amaño pruebas para implicarle en el suceso Tanya Ibar, mujer del sobrino del boxeador José Manuel Urtain, comentó en el programa 'Hoy por Hoy' de la Cadena SER cómo afronta este proceso.

La mujer de Ibar argumentó que Pablo no pudo cometer el crimen, ya que esa noche estaba con ella. "Llevábamos un tiempo saliendo y ese verano mi madre viajó a Escocia. Al no estar en casa y como Pablo vivía cerca pensé que era una buena ocasión para que viniera, No lo planeé pero pasamos la noche juntos. Cuando Pablo fue arrestado empecé a pensar... "¡yo estaba con esta persona! ¡Esta persona es incapaz de matar a nadie!". Le pedí a mi madre que comprobara las fechas de su pasaporte y confirmamos lo que pensaba. Quise dar toda la información a la justicia pero hasta el tercer juicio no pudimos testificar y mucha gente pensó que nos lo inventamos para ayudarle".

Tanya Ibar mostró el calvario que ha sufrido durante los años que su marido ha estado en la cárcel. "Es traumático vivir con un hombre que lleva 24 años en prisión, hasta el punto que yo he dedicado mi vida a él, a su inocencia. He sacrificado toda mi vida. Desde los 15 o 16 años hasta los 40 que tengo... podría haber seguido con mi vida y seguramente habría sido mejor para mí pero no podía dejarle morir".

Tanya Ibar también relató la odisea que le suponía a ella cada visita a Pablo en la cárcel. "En el corredor de la muerte no puedes recibir ninguna llamada. La única manera de tener contacto era conducir para visitarle. Entonces vivía a 8 horas de la prisión. Salía de trabajar el viernes, conducía toda la noche, madrugaba al día siguiente, le visitaba y volvía a conducir todo el día de vuelta a casa. Era desesperanzador. Los guardias son muy crueles con la gente que visita a los reclusos y había festivos en los que había mucha gente y no había suficientes mesas, así que tenía que ir la noche de antes y dormir en el coche en una gasolinera para coger sitio".

La mujer de Pablo Ibar aclara que no denunciará al Estado en el caso de que sea declarado inocente, aunque cree que lo que ha vivido no se puede compensar de ninguna forma. "No quiero darles nada más de nuestras vidas. Lo único que quiero es que liberen a Pablo. No hay suficiente dinero en el mundo para pagar lo que nos han sacado. La madre de Pablo murió y él no pudo verla. ¿Cómo se paga eso? No quiero otros 10 años en los juzgados. ¿Para qué? ¿Dinero? Viviría en una caja si fuera con Pablo y sería la persona más feliz del mundo. No hay nada que lo pague eso. No quiero nada más de ellos".

La idea de la liberación es lo que ha permitido seguir con esperanza a Pablo y Tanya Ibar. "Sólo hemos hablado sobre si le liberan, es lo que nos permite seguir y nos da esperanzas. No hay palabras para describirlo. ¿Cómo se describe estar esperando a alguien durante 20 años y finalmente poder estar juntos? Parece tonto pero siempre pienso en esas cosas. Quiero poder estar en la misma habitación, poder tocarle sin que un guardia me diga que no puedo hacerlo".