Toda a una carta, ganar a Alemania para seguir teniendo opciones. Lo sabían, pero no supieron cómo, O les pesó la responsabilidad porque hay mucha joven en el equipo, y mucha jugadora con galones recientes. El caso es que España no estuvo en la primera parte, sin defensa y sin ataque. No eran las Guerreras, eran un sucedáneo, aunque sí, tenían un valladar llamado Dinah Eckerle en la portería germana para sacarle los colores a las tiradoras españolas, porque esta meta de 23 años no despejaba los tiros de la primera línea, no, ella los cogía con la mano y lanzaba el contragolpe.