PREMIOS AS DEL DEPORTE 2018 | EL PERFIL
Tenacidad y perseverancia, las señas de identidad
Llegó a la Selección cuando sus compañeras se retiraban, y a los 37 se proclama por primera campeona del mundo y aspirante al oro olímpico
En la Selección Sandra es Llaverito, un apelativo cariñoso que le puso un compañero por su estatura, y que a ella le hace gracia, aunque de lo que realmente presume es de constancia y de fuerza de voluntad, la que le llevó al karate cuando en su casa tenían otros planes, o cuando por su perseverancia llegó a la Selección a la edad en la que sus compañeras se retiran, pero para llegar a tiempo para hacer una carrera espectacular en sólo cuatro años: campeona del mundo y aspirante al oro olímpico.
En su especialidad, en la que la juventud es un plus por la velocidad en la ejecución, ella destaca por su físico, y podría haber destacado en cualquier deporte en el que la estatura no fuese un aspecto fundamental.
Por ejemplo, el año que vivió en Brisbane jugó al fútbol en un equipo mixto: todos hombres y ella la única mujer. No desentonaba y podía haber cambiado el tatami por el césped. No quiso. Ella, cuando llamaba a la puerta de la Selección y no la abrían, lo que pretendía era ser la mejor del mundo en las katas, un objetivo utópico para quien no competía en las grandes citas.
Su tenacidad ha tenido premio: a los 37 años es la mejor de su especialidad.