Imágenes y frases de los duelos de la semana 11 de la NFL

● A estas alturas no se le puede criticar nada a un Carroll que consigue milagros cada semana, pero me gustaría saber por qué se ha guardado hasta noviembre a una bestia como Rashaad Penny.
● Creo que esta derrota puede haber sentenciado definitivamente a un Mike McCarthy cuyo enfrentamiento con Rodgers ya es abierto y cuya gestión desde la banda volvió a ser horrorosa.

● Sinceramente, Lamar Jackson me pareció horrible. Pero con él los Ravens hicieron lo que llevan tanto tiempo teniendo que hacer: correr. Y claro ganaron. Jolines con ese tal Gus Edwards.
● Cuando tienes enfrente un ataque que no puede pasar, y que sabes que se va a tirar todo el partido corriendo, no es de recibo encajar 260 yardas terrestres y no tener en ningún momento respuesta.

● Necesito que alguien me explique a lo que estuvo jugando el ataque de los Falcons durante todo el partido. Y de paso, que también se lo explique a Steve Sarkisian su “coordinador ofensivo” (o eso dicen).
● Es sorprendente el efecto que ha tenido el fichaje de Amari Cooper en el rendimiento de Zeke Elliott, pero para sorprendente, el temporadón del rookie defensivo Leighton Vander Esch.

● Segundo partido consecutivo casi perfecto de Eli Manning y segunda puñalada en el corazón del próximo draft de un equipo que a este paso en 2019 seguirá con él como quarterback. Que sarna con gusto no pica y, oye, teniendo a Saquon Barkley…
● A Fitzpatrick todo le importa un pimiento, a Winston solo le salen las cuentas en el tiempo de la basura y si los Bucs saltaran al campo con una gran bola roja en la nariz a nadie le parecería raro.

● Creo que ya no hay duda de que la defensa de los Jaguars puede seguir siendo dominante si se lo toma en serio, que con Fournette y Carlos Hyde tienen un ataque de carrera tremendo y que si de su staff técnico dependiera jugarían sin quarterback mientras este se llame Bortles aunque eso les pueda costar la victoria.
● Está clarísimo que a los Steelers se les indigesta Jacksonville, y también está clarísimo que el rendimiento de los ‘Señores del Acero’ es cada semana directamente proporcional al de su quarterback. ¡Qué digo cada semana, cada cuarto!

● Hoy todo el mundo está comparando la pierna rota de Alex Smith con la de otro mítico quarterback de Washington: Joe Theismann (si no sabéis de que os hablo, volved a ver los dos primeros minutos de la película ‘The Blind side’, o qué narices, vedla entera). Pero la comparación correcta no es esa. En menos de dos cuartos con McCoy ese ataque tuvo más electricidad que en toda la temporada con Smith.
● La racha de siete victorias de los Texans es ahora la segunda mejor de toda la NFL después de la de los Saints, pero ni de lejos son el segundo mejor equipo de la NFL y ni siquiera serán muy competitivos en enero si no mejora una barbaridad su línea ofensiva.

● Da miedo pensar cómo Luck destrozó a la potente defensa de los Titans sin tan siquiera usar el arma secreta que forman su pareja de tight ends, Ebron y Doyle. Que nadie descarte a estos Colts todavía, que ya tienen entrenador después de tantos años.
● Parece que Dean Pees, coordinador defensivo de los Titans, está recuperándose bien después de que tuvieran que trasladarlo a un hospital cuando sufrió una crisis médica durante el partido. Pero para los Titans fue mucho más grave que Mariota perdiera el tacto en la mano de lanzar después de sufrir un sack. Aunque a esas alturas ya estaban siendo atropellados.

● Estos Lions, capaces de perder con Jets o 49ers y ganar a Patriots, Packers o Panthers, son el termómetro ideal para saber el estado de forma real de los gallos a los que se enfrenta.
● Hoy el debate gira en torno a si Ron Rivera debía haber ido a por el extra point en vez de buscar la victoria con una conversión de dos. Su equipo perdía 19-20 a falta de 1:07 y a los Lions les quedaban los tres tiempos muertos. Es obvio que tomo una decisión equivocada, porque su equipo perdió. Pero el debate debería abrirse sobre lo sucedido a los Panthers antes de ese momento y en el fin de semana anterior.

● Después de muchas semanas en las que parecían haberse redimido, los Chargers recuperaron sus tendencias suicidas con una letanía de penalizaciones y un Philip Rivers demasiado excitado a ratos y desquiciado al final.
● Puede parecer una cuestión menor, pero las gradas del StubHub Center de Los Ángeles estaban completamente teñidas de naranja y en los minutos finales eso fue decisivo para unos Broncos que fueron los auténticos locales.

● Josh Rosen pareció un chollo para los Cardinals con el pick 10 de primera ronda, pero empiezo a preguntarme si no fue un regalo envenenado y si Steven Wilks, el head coach, está a tiempo de tomar un antídoto antes de caer fulminado.
● Una cosa es que Jon Gruden tuviera razón al enfadarse con Carr y otra muy diferente que fuera un cantazo que lo reprendiera en ese momento y en ese lugar. Parece que eso de verse ganando no tenía de muy buen humor al pobre Chucky.

● Creo que jamás había visto en la NFL tanta superioridad de un equipo sobre todos los demás como la que tienen estos Saints. Cada partido suyo es un abuso.
● Creo que ahora mismo uno de los empleos del mundo con más riesgo laboral es el de cornerback de los Philadelphia Eagles. Caen como moscas.

● Los Bears controlan el reloj en series ofensivas infinitas y asfixian a los rivales con su defensa, pero aún les falta la malicia de los auténticos aspirantes para cerrar los partidos sin sofocos. Ya saben jugar como los mejores pero necesitan aprender a mirar por encima del hombro.
● Con Cousins lanzando pases sin ton ni son mirando de reojo a Khalil Mack y el juego terrestre desaparecido los señores que vestían de morado podrían jurar una y mil veces que eran los Vikings, pero nunca jugaron a lo que deben jugar los Vikings.

● El primer partido en el que ambos equipos superaron los 50 puntos de la historia de la NFL se decidió, pese a todo, por las acciones defensivas. Ha llegado el momento de asumir que las grandes defensas ya no son las que intentan, casi siempre sin éxito, parar a los ataques rivales, sino las que consiguen grandes jugadas decisivas en los momentos clave.
● Sé que puede parecer una anécdota secundaria después de haber vivido el tercer partido con más anotación de la historia, pero creo que los árbitros también pusieron su granito de arena en ese marcador. Su festival de pañuelos amarillos fue exagerado en un primer tercio de partido en el que se pasaron de rigurosos y no dieron ni un respiro a ninguna de las dos defensas.