Babacar peleará por el bronce "tras fallar a mucha gente"

Es su primer mundial, y peleará el sábado por el bronce, Aunque sólo tiene 20 años y le queda mucho camino por delante, este zaragozano nacido en Senegal que pelea con licencia de la Federación Riojana, no tenía consuelo. Tardó en tranquilizarse tras perder con el alemán de origen marroquí Horne, el mejor del ranking en más de 84 kilos. "Me he visto con opciones. Sabía que tenía el triunfo en mis manos, pero yo no tengo nombre; él sí. Y aunque yo marcaba, los puntos eran para él", acabó por explicar emocionado.

Es que Babacar es un chico especial, del que sus compañeros dicen que es la caña, que es el típico deportista que la puede liar, para bien y para mal, y que salió a comerse el mundo en el Europeo "y se quedaron con mi cara; y eso es bueno", asegura en un perfecto castellano que aprendió en Zaragoza cuando llegó con su familia a nuestro país sin haber cumplido los doce años.

Ganó todas sus peleas ante del alemán, aunque con el checo Hermman lo tuvo en el alero, pero descalificaron al rival. Y en la quinta pelea, en la semifinal, en un combate embarullado, Babacar estuvo a punto de quedarse fuera porque le atizó a Horne que se puso a sangrar por la nariz. Le repararon los médicos y volvió a competir, y con 5-2 en contra le cazaron a Babacar, un golpe en la cabeza de un tipo que le saca 10 centímetros y 20 kilos, y se cayó como un saco. No le creyeron los árbitros y le descalificaron por exagerar la acción. Pero ya estaba perdido, y le duele, "porque no importa la edad, sino el trabajo, y el trabajo ha sido inmenso, y porque he fallado a mucha gente a la que represento, y a mi país", decía este mozo de 1,84 metros desconsolado.

Pero fue el mejor de la Selección de kumite, porque Pablo Arena se quedó en el primer combate, y Laura Palacio en el tercero. Ambos por la mínima, pero da igual el resultado. Se pasa o no se pasa. El resultado es anécdota.