"Los deportistas no están protegidos por su seguro"
Alberto Aláiz quedó tetrapléjico jugando al rugby y pretenden indemnizarle con sólo 12.000 euros. Lucha por que se actualice el baremo de seguro deportivo.
Bajo el epígrafe 'El deportista y su entorno', este lunes se celebró en el Congreso la penúltima jornada parlamentaria que sirve de tormenta de ideas para la redacción de la nueva Ley del Deporte, que sustituirá a la de 1990. El próximo lunes, 5 de noviembre, la secretaria de Estado, María José Rienda, presentará en el Senado las líneas maestras de por dónde irá el texto.
Y entre voces como la de la ciclista Leire Olaberria, la seleccionadora de fútbol sala Claudia Pons, el mánager Miguel Ángel Mostaza, o el waterpolista Víctor Gutiérrez, que hizo pública su homosexualidad, estuvo también la de Alberto Aláiz, que pelea porque esa nueva ley, o su desarrollo, sirva también para actualizar los baremos del seguro deportivo.
“Hace tres años recibí un rodillazo en la cabeza que me hundió el cuello provocándome tetraplejia. Me daban una indemnización de 12.000 euros”, cuenta recordando el día en el que en un partido de rugby de cuarta regional de Madrid entre su equipo, el Atlético, y el Alcorcón cambió su vida y comenzó su lucha.
Esos 12.000 euros es la cantidad que figura en el Real Decreto, que data de 1993, de prestaciones mínimas del Seguro Obligatorio Deportivo. Fijaba en dos millones de pesetas la compensación por lesiones graves. “Pero obvia la disposición adicional que dice que hay que revisar las cantidades cada tres años. Después de 25, siguen igual. Lo denuncié en el CSD y he impulsado una Proposición No de Ley (PNL) con los grupos políticos para que se actualice y se avance mucho más: reconocimiento médico obligatorio, las coberturas mínimas médicas en un campo, protocolos en caso de lesiones…”, relata.
Esa PNL se aprobó, por unanimidad, en marzo en el Congreso. Y nada ha ocurrido. “Está parado. No quiero que se olvide. No es un tema político, sino de cumplimiento. La abogacía del Estado ha reconocido que hay una inacción por parte de la Administración”, reclama.
“Ahora mismo, el deportista no está protegido por su seguro”, avisa. Él se negó a firmar la propuesta de la compañía y, particularmente, tiene una reclamación patrimonial en vía contencioso-administrativa. “Me reuní con el CSD y me dijeron que lo que yo consiguiese posiblemente no sería para mí, sino para otros deportistas. Y eso me dio un empujón para poder avanzar”, avisa.
“El problema no es de no leerse la letra pequeña, es que ni siquiera te la dan. Te envían una licencia que remite a un Real Decreto que sólo habla de mínimos. También de que la cobertura debe ser adecuada a la modalidad. Y 12.000 euros puede estar bien en ajedrez, donde no vas a tener una lesión medular”, relata.
“He hecho un estudio del rugby en otros países. En Italia y Portugal, para mi lesión, serían 120.000 euros. En Gran Bretaña, 700.000. Y en Francia, hasta los cuatro millones”, aporta como comparación. “Los 12.000 euros me han dado para una silla de ruedas y otra eléctrica. Pero he tenido que adaptar mi casa”, apunta Aláiz, que recuerda que en la Ley del Deporte se debe proteger al deportista. Él sigue su partido. Y quiere ganarlo.