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VOLEIBOL | SUPERCOPA

El Minis de Arluy sigue de dulce: quinta Supercopa

El equipo logroñés se impuso al Haris tinerfeño por 3-1 y le igualo en número de títulos con la segunda Supercopa seguida. Redondean la temporada pasada, en la que ganaron Liga y Copa.

El Minis de Arluy sigue de dulce: quinta Supercopa
Twitter: @RFEVB

El Minis de Arluy ha ganado hoy su quinta Supercopa al derrotar por 3-1 al Fachadas Dimurol Libby's de Tenerife en un choque en el que las jugadoras veteranas del equipo de Logroño han demostrado que mantienen su hegemonía en el voleibol femenino español.

El choque ha estado marcado por las imprecisiones de ambos equipos, propias del comienzo de temporada, pero que han penalizado mucho más a las canarias y al final han sido decisivas para que el Minis empate al Tenerife Marichal como el equipo español con más títulos de Supercopa.

El partido se ha disputado ante casi un millar de aficionados, que han visto muy cerca la Supercopa en apenas tres cuartos de hora, los que ha necesitado el Minis para colocarse en el marcador con 2-0, con parciales de 25-15 y 25-20. Pero el Fachadas Dimurol ha reaccionado, ha ajustado su defensa y no solo se ha llevado el tercer set (23-25) sino que en el siguiente ha competido casi hasta el final, aunque no ha podido impedir el triunfo de las riojanas con un 25-21 en el cuarto set.

El nuevo entrenador del Minis de Arluy, Juan Diego García, ha tratado de mentalizar a sus jugadoras de que deben empezar los partidos más centradas y con un juego más agresivo que en los años anteriores. Algo que el Minis plasmó en un "vendaval" de juego en el primer set, en el que se puso pronto con una distancia cercana a los diez puntos y logró conservarla hasta el final de la mano de las veteranas Gritzbach, Daniela da Silva y Helia González.

El equipo canario no reaccionó en ningún momento, sumó solo por los errores locales y por la ambición de Patricia Suárez, su jugadora más destacada hoy. Todo pareció cambiar en el segundo parcial, que comenzó con muchos errores de recepción del Minis y más concentración de su rival, que se mantuvo por delante muchos minutos (3-7, 6-10, 9-13, 11-14).

Pero las riojanas sabían de la importancia del set, con lo que lucharon para remontar, guiadas por Gritzbach en la red, que determinó el empate a 17, algo que pesó como una "losa" en el Fachadas Dimurol; las canarias ya no volvieron a ponerse por delante y cayeron por 25-20 final de set.

No obstante, el punto demostró a las de Tenerife que podían competir, en especial con la aportación de Flavia Dias, que se sumó a la de Patricia Suárez. Ambas, junto a la mejoría en defensa de sus compañeras, hicieron que el Minis no estuviera cómodo en el tercer set, en el que dio un bajón en su juego.

Por ello, a pesar de tener la iniciativa, el equipo riojano no se despegó en el marcador, donde se sucedieron varios empates hasta el tanto 23; ahí un error de Helia González (premiada como la mejor del partido por sus 18 puntos) y un tanto de Flabia hicieron que el Fachadas Dimurol sumara su primer set (2-1 en el global).

Así, el conjunto tinerfeño se animó, creyó en si mismo y se acordó de que ya logró la temporada pasada ganar en Logroño, algo que no ha hecho ningún otro equipo español. Pero las veteranas del Minis de Arluy no se inquietaron; al revés, esperaron su momento, guiadas por Gritzbach y Helia González, y lo aprovecharon para ganar.

Así, aunque el Fachadas Dimurol llegó a estar por delante en el cuarto set, en cuanto el marcador reflejó el empate a 17, las curtidas jugadoras de Logroño -este es el título número 14 que suman- decidieron cerrar el choque.

Daniela da Silva añadió más fuerza al remate e Iba Pejkovic ayudó en la red para alcanzar un 21-17 que dejaba el título casi resuelto, porque era un margen muy amplio como para que las riojanas lo dejaran escapar; poco después cerraron el choque con el 25-21 del cuarto set.

Y empezaron a celebrar su quinta Supercopa, que recibieron de la mano del presidente de la Federación Española de Voleibol, Agustín Martín, mientras, algunas de sus rivales no podían contener las lágrimas por ver cómo tras realizar un esfuerzo enorme no pudieron superar al equipo que mantiene la hegemonía del voleibol femenino español en el último lustro.