Cid: "Hay una estructura que se queda en buenas manos"

Ramón Cid (San Sebastián, 1954) confirmó su marcha de la dirección técnica de la Real Federación Española de Atletismo, un cargo que ocupó en 2012, con Jose María Odriozola en la presidencia de la Federación. Chpado siguió contando con él. As habló con Cid:

-¿Qué balance hace de estos seis años?

Nuestro deportes es complejo, siempre hay claros y oscuros, pero tengo que decir que nuestro balance ha sido bueno. Luego de puertas para adentro soy más crítico. Como referencia, los últimos Europeos disputados en Berlín. 25 finalistas, para mí ese es el número más relevante. Las diez medallas también pero sobre todo ese quinto puesto en finalistas. Quiere decir que tenemos buena densidad. Un gran presente y un futuro que pinta cada vez mejor.

-¿Cómo se siente en estos momentos tras dejar el cargo?

Voy a seguir colaborando para lo que me pidan pero en otra línea. Espero no molestar. Esto es mi vida al fin y al cabo y siempre que me lo pidan ayudaré. Lo dejo tranquilo, ya que hay una estructura que se queda en muy buenas manos. Estos años se ha trabajado y hay un proyecto estupendo.

-¿Sé le queda alguna espina clavada en estos años?

Bueno, mil por lo menos. Esto es la permanente insatisfacción. Siempre hay algo mejor por hacer. Es tan grande nuestro deporte.... por ejemplo mejorar temas de entrenadores. Esto no tiene fin y nunca llegas al diez. Siempre el notable y el aprobado para poder pensar en llegar más lejos.

-¿Su mejor momento en el cargo?

Hay momentos y momentitos, flashes y momentazos. Los malos, siempre que salen cosas de dopaje y tal me cabrean mucho. La mayor alegría, el oro de Río de Ruth Beitia. El transcurso de la competición fue increíble y más después de todo lo sucedido. Ese es el momento. Y los momentitos, pues esa cervecita después de la jornada, esos paseos tras la competición... son grandes momentos.

-¿Y el peor?

La pérdida del oro de Óscar Husillos en Birmingham. La puesta en escena espectacular y me pareció sumamente cruel que por tan poquito perdiera ese oro. Fue un disgusto enorme. También hay disgustitos, competiciones en la que pensábamos sacar más medallas y demás... pero en general, predominó lo positivo.

-¿Y ahora qué?