Sudáfrica humaniza a los All Blacks en Wellington
Los Springboks consiguieron su primera victoria a domicilio contra los All Blacks desde 2009 (34-36) y evitaron un pleno de victorias que parecía seguro.
Y al noveno día, los All Blacks bajaron a la tierra. Podría ser un versículo de la Biblia, porque la selección neozelandesa de rugby es lo más parecido a una deidad que existe en el deporte del oval (quizá también en cualquier otro deporte). Respetada, venerada y temida por todos. Este sábado, por primera vez en mucho tiempo, se convirtieron en seres terrenales. Bueno, en realidad fue Sudáfrica quién obró la transformación. Los Springboks se colaron en la fiesta de Wellington y la reventaron.
A base de placaje (235 en total) y un manejo de los tempos en la presión defensiva casi perfecto, unido a un movimiento de balón mejor engrasado que en los partidos precedentes, los de Rassie Erasmus se las apañaron para desquiciar a los neozelandeses y llegar vivos a los 20 minutos finales. Y si consigues eso contra Nueva Zelanda tienes mucho trabajo hecho.
Los primeros 20 minutos fueron de los pupilos de Steve Hansen. El pequeño de los Barrett, Jordie, se colaba en un intervalo en el 6' y Aaron Smith ponía tierra de por medio en el 16' tras una gran jugada de otro Smith, Ben. Pero Sudáfrica reaccionó por medio de su tryman en este Championship, el 11 de los Lions Aphiwe Dyantyi, que a los 20' terminaba en el banderín una buena transmisión springbok. Le Roux, Marx (con un tornillo perfecto en un maul en 22) y el pie inmaculado de Pollard ponían en ventaja a los de verde y oro y Ioane maquillaba antes del descanso para el 17-24.
Se esperaba la tradicional carga de caballería neozelandesa en la segunda, pero lo que llegó fue un ensayo de Kolbe que les obligaba a reaccionar y rápido. A partir de ahí se vieron escenas escalofriantes en los puntos de encuentro, con un nivel de agresividad en el contacto áltísimo. Ioane volvía a exhibir capacidad de finalización en el 52', pero nuevamente la reacción neozelandesa tuvo respuesta. Esta vez de Dyantyi, que consumaba en el 57' su segundo doblete del torneo. Codie Taylor volvió a meter en el partido a los All Blacks maul mediante y Savea fabricó un final de infarto con otra marca en el 74' para dejar el tanteo en 34-36. Nueva Zelanda murió matando pero murió. Por primera vez en los últimos diez partidos y por primera en los últimos dos Championship y medio. Esta vez no habrá pleno de victorias. Y Sudáfrica tiene hambre. O al menos eso demostró en Wellington. Hay torneo.