ATLETISMO | FINAL DE LA DIAMOND
Lyles ganó el 200 en plan Bolt y llega el momento de Ortega
El estadounidense, de 21 años se impuso en Zúrich con 19.67 e hizo show ante las cámaras. Este viernes toca la segunda fase de las finales en Bruselas. Ortega, en 110 vallas.
Noah Lyles hizo el gesto de transformación en Super Saiyán de Bola de Dragon en los tacos de salida de 200. Fue la señal para efectuar una brillante carrera en la Weltklasse de Zúrich y llevarse así la final de la Diamond League (un botín de 50.000 dólares), que redondea con un tiempo de 19.67, el segundo mejor de su vida tras los 19.65 que tiene de mejor marca mundial del año. Batió a Guliyev, campeón mundial y europeo, que se quedó en 19.98.
Lyles, de 21 años, es la gran sensación del doble hectómetro que emula a Bolt por marcas similares a su edad (El Relámpago corría más lento que él con 20) y por el empeño en hacer un show más allá del atletismo. Porque a Lyles le van las cámaras: transformándose en Super Guerrero, haciendo shoot dance al acabar... Un aspirante a llenar el vacío del Relámpago en los Mundiales de Doha de 2019.
También será candidato a estrella mundial Armand Duplantis, el sueco de 18 años que maravilló en los Europeos de Berlín con 6,05 en pértiga. Hoy estará en el segundo tramo de la final de la Diamond, en Bruselas. Se medirá a su mentor Lavillenie, poseedor del récord mundial (6,16). “Claro que me gustaría hacerlo en el futuro”, dice Mondo. Habrá presencia española en el Rey Balduino con Orlando Ortega en 110 vallas. Ganó la Diamond en 2016 y está muy en forma (venció en Birmingham).
Aparte del éxito de Lyles, en Zúrich se disputaron otras 15 finales de las 32 que tiene la Diamond. Especial fue el triunfo de Conseslus Kipruto, que demostró ser un atleta de hierro. El keniano se llevó la victoria en los 3.000 obstáculos pese a perder la zapatilla cuando sólo iban 500 metros de carrera. A pesar de todo, no se descompuso y aunque corrió con cierto desequilibrio llegó vivo a la última vuelta para rebasar en la última recta al marroquí El Bakkali. “Tengo un gran dolor, porque perdí la zapatilla y tengo lesionado el pie izquierdo. Fue un desastre, pero al menos la carrera fue bien”, concluía sin complicaciones Kipruto.
En 800, Semenya ganó sin contemplaciones corriendo en plan frontwoman. Pasó en 56.06 los 400 y acabó en 1:55.27, bajando por novena vez en su carrera a de los 1:56. En 100 femenino se impuso Murielle Ahoure, con unos discreto 11.01 sobre Dina Asher Smith y en triple salto Caterine Ibargüen ganó su quinto diamante con 14,56. Allí estuvo Ana Peleteiro, que se quedó 13,76, acusando una intoxicación alimenticia que tuvo en días anteriores.