Los chinos de Taiwan tomaron por una semana Torrellano
Las competiciones de verano se acaban esta semana con la final del Campeonato de playa en Laredo por tercer año consecutivo.
La Torrellano Cup celebró este verano su trigésima edición, la Granollers Cup la vigésima, y Laredo acoge por tercer año consecutivo la fase final del campeonato de España de balonmano playa. Pongamos que son desarrollos deportivos distintos, pero que tienen algo en común y les hace singulares: reúnen en menos de una semana más de tres mil jugadores en cada uno de sus escenarios, y, además, con vitola internacional.
Por ejemplo, Granollers reunió equipos de 16 países distintos en su torneo, que tiene su origen en la Partille Cup sueca, posiblemente la cita de aficionados más importante de Europa. Les gustó tanto la idea a los vallesanos que en 1999 arrancaron su primer torneo, con mucho predicamento entre los equipos nórdicos.
En los ochenta fue un pueblo pequeño como Torrellano (2.000 habitantes), pedanía de Elche, la que arrancó su torneo, que llegó a la trigésima edición con la ausencia en el último momento de equipos árabes, por la falta de visados, pero que para mantener el halo cosmopolita lo compensó con la presencia de varios equipos de la isla de Formosa: más de un centenar de chinos de Taiwan, entre jugadores, entrenadores y acompañantes de buen nivel económico se divirtieron con el balonmano compaginado con el turismo en Alicante, hospedados todos en un hotel de cuatro estrellas: los chinos fueron la atracción, porque además no vendían, sino compraban, balones, camisetas, de todo.
Y ahora Laredo, esta semana, organiza por tercera vez en su la arena de La Salvé el Campeonato de España de balonmano playa, con el que de alguna manera se cierra del verano deportivo porque los equipos de pista retornan a los entrenamientos oficiales. Entre equipos masculinos y femeninos, y sus acompañantes, se esperan casi 4.000 visitantes extra en la ciudad cántabra, que no tiene sitio para tantos, con lo que la zona (Castro Urdiales, Santoña. y hasta Bilbao) asumirá muchas de estas visitas que convierten en la villa pejina en la capital del balonmano español en agosto.