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WATERPOLO

Las chicas van al ritmo de la generación de oro

La Selección femenina de waterpolo acumula cinco medallas en seis años. La masculina, entre 1991 y 2001, consiguió ocho, entre ellas el oro olímpico en Barcelona '92.

Anni Espar.
Rodolfo Molina

Cinco medallas en seis años es lo que acumula la Selección femenina de waterpolo, una cosecha que demuestra la determinación de la mitad de las jugadoras (seis han estado en todas las competiciones) y el talento del relevo generacional que se ha sumado. Un espíritu que se puede ejemplificar en el día después de la derrota ante Grecia en semifinales de este Europeo de Barcelona. “Nos juntamos todas y hablamos de que había una medalla en juego. Somos exigentes y siempre queremos el oro, pero optar a otra medalla y ganarla también es un éxito”, comentó Marta Bach, una de las veteranas.

El ritmo de medallas del equipo de Miki Oca se asemeja al que logró la generación de oro masculina, que de 1991 al 2001 despertó al waterpolo español con hasta ocho medallas, algunas de ellas de un mérito incalculable y aún lejos del alcance de las chicas de Oca, como el oro en los Juegos de Atlanta ‘96. El dato, sin embargo, no descoloca a las jugadoras españolas. “No lo pienso, nosotras seguimos al cien por cien y es la recompensa de cada verano. Es una pasada todo lo que estamos logrando”, añadió la propia defensora de boya española.

Aquel equipo masculino rompió una barrera en el Mundial de Perth, en 1991, de la misma manera que la Selección femenina lo hizo en los Juegos de Londres, en 2012. “Año a año partimos de cero y trabajamos muy duro”, comentó Laura Ester. En el agua, ambos equipos comparten valores, como el carácter y el gen ganador, aunque es muy difícil ser infalible en un waterpolo donde cada vez hay más igualdad. “Lo que tienen las chicas es un gran equipo, un muy buen bloque, pero estar en el podio con tanta asiduidad no lo hace cualquiera. Seguirán haciendo historia”, explica Chava Gómez, boya de aquella Selección que lo ganó prácticamente todo de 1991 a 2001. El madrileño encuentra paralelismos. “Veo la determinación y el carácter en el agua que teníamos. En eso sí que veo similitudes”, añade.

Aquella generación de oro masculina perduró una década. Ahora la Selección femenina afronta los retos del Mundial de Corea del Sur de 2019 y de los Juegos de Tokio de 2020 con las mismas ganas. “Cuando nos juntamos solo pensamos en dar el máximo”, recuerda Pili Peña. La fórmula del éxito.

La ‘maldita’ cena de la LEN que varió el horario

El único encuentro en el que la Selección española no jugó en la sesión de noche (22:00), fueron las aciagas semifinales ante Grecia. El partido se disputó a las 18:30 porque los VIPS de la LEN (Federación Europea de Natación) tenían una lujosa cena en un restaurante junto al Hotel W. La atmósfera en la piscina fue otra y hubo menos público de lo normal, lo que no sirve de “excusa”, en palabras de las jugadoras, para la derrota ante una Grecia que lo bordó. Pero el sentir general del equipo es que otro gallo hubiera cantado...