El remo en Madrid, un deporte en peligro de extinción
El Ayuntamiento de Madrid busca reubicar a los remeros fuera del municipio. Consideran que la renaturalización del Manzanares y este deporte son incompatibles.
Debido a la renaturalización del río, el Ayuntamiento quiere reubicar a los remeros en el embalse de Valmayor, situado 50 km al noroeste de la capital. Organizaciones como Ecologistas en Acción también reclaman su salida del río. “No tenemos ningún problema con el remo, pero ahora mismo no se puede practicar allí. El caudal es pequeño, por lo tanto habría que represar y quedaría inundado. No habría animales ni plantas pues el agua se estancaría”, argumenta Santiago Martín Barajas, promotor del proyecto de renaturalización y portavoz de esta asociación.
Esta es la situación que se ha encontrado la Federación Madrileña de Remo. Su presidente, Pedro Arévalo, reconoce que la presa estuvo cerrada las primeras 48 horas hasta que se llenó, pero a partir de entonces se abrieron las compuertas y la corriente fluye, por lo tanto no influye negativamente a la renaturalización. “Incluso el paleo ayuda a oxigenar el agua”, añade Arévalo, aún incrédulo ante esta situación.
Históricamente, los remeros siempre han entrenado en el Manzanares, e incluso con el río en peores condiciones. “Yo llevo practicando el remo desde 1963, y por aquel entonces era una cloaca llena de animales muertos. Una vez se colocaron las depuradoras en los años 80, las condiciones mejoraron”, confirma Arévalo. Gracias a la posibilidad de entrenar en el municipio en esas fechas, surgieron remeros como Juan Carlos Sáez. El madrileño consiguió un diploma olímpico en Atlanta 1996, al acabar cuarto en doble scull peso ligero. La mayoría de su preparación en el Manzanares.
Hoy por hoy, eso puede quedar en el olvido. La Federación Española de Remo, a través de su presidenta Asunción Loriente, ha mostrado su apoyo a las reivindicaciones de sus deportistas, pero reconoce que la situación es complicada. “Actualmente Madrid está en horas bajas dadas las dificultades que tiene la práctica de remo. Organizar una competición aquí ayudaría mucho, pero actualmente es imposible. No nos ofrecen ni condiciones ni facilidades”, afirma Loriente.
En los últimos dos años, los remeros se entrenaban en seco a diario. Solo los fines de semana se desplazaban fuera de Madrid para practicarlo como tal. Ahora la situación empeoraría. El Canal de Isabel II les ha mandado una notificación para desalojar el hangar que tienen en Valmayor. Deberían trasladar el material cada día, sin contar el tiempo y los costes de desplazamiento de los alumnos, que correrían a su cargo. “Actualmente tenemos poco más de 150 deportistas. Hace dos años rozábamos los 2.000. Si definitivamente nos vamos, tendré el lamentable honor de ser el último presidente municipal de remo”, concluye Arévalo.