Josh Gordon no estará en el inicio del training camp de los Browns
El receptor ha decidido extremar las precauciones en su lucha contra la adicción a drogas y alcohol antes de unirse a sus compañeros en Cleveland.
Josh Gordon no comenzará la pretemporada con los Cleveland Browns. El receptor se lo ha comunicado así al equipo y estos le han colocado en la lista de no participantes por enfermedad no relacionada con el football.
El motivo que ha aducido Gordon para tomar esa decisión es que se quiere centrar en su tratamiento y en su salud. Ha hecho público un comunicado en el que asegura que "asegurar el descanso es parte de mi plan de tratamiento y mi salud general. Agradezco el apoyo de mis compañeros, amigos, seguidores a toda la organización de los Browns. Al igual que todos vosotros, yo también estoy excitado con el inicio de la temporada y tengo toda la intención de estar disponible muy pronto para la organización".
Josh Gordon es un receptor como la copa de un pino. En sus escaso tiempo en la NFL demostró que era una bestia absoluta con capacidad para dominar la posición y ser uno de los mejores, sino el mejor, de los especímenes que la pueblan.
Pero, ay, arrastrados de sus años en la universidad llegaron problemas muy severos de drogas y alcoholismo, lo que le llevó a sucesivas suspensiones y a poner en peligro su carrera. Y su vida. Tanto que, tras años de estar apartado de la competición entendió todos los males que le asolaban y se comprometió con la recuperación física y mental, con pelear contra sus adicciones en serio, no de boquilla, como había hecho hasta entonces.
Es eso lo que le ha asegurado esta última oportunidad. Porque última es.
La decisión de no acudir al campo de entrenamiento de la pretemporada puede ser devastadora pero, según Adam Schefter, no se trata de que haya dado positivo en algún control o que haya fracasado en su intento de control sobre su vida, sino todo lo contrario: un exceso de celo para que el estrés y la presión no le lleven a hábitos perniciosos.
Es por eso que el equipo, en palabras del general manager John Dorsey, también ha dicho: "Seguiremos apoyando a Josh mientras recibe el cuidado necesario para mantener sus progresos. Vamos a respetar su privacidad mientras esté lejos del equipo".
En el comunicado del jugador, éste concluía que "continuando con el plan que nuestro director médico ha impuesto, creemos que tomarnos este tiempo antes de que comience la temporada ayudará a mantener el curso que estamos siguiendo, y no para esta temporada sino para muchas por venir. ¡Vamos, Browns!".
Da la sensación, por lo tanto, que tanto Josh Gordon como los Cleveland Browns esperan que este parón sólo sea momentáneo y, lo más importante, planificado, por lo que todas las partes están conformes con la situación y confían en que se resuelva de forma positiva con el jugador en el campo más pronto que tarde.
Ojala. Estoy seguro que la inmensa mayoría de seguidores de la NFL opina lo mismo. No sólo por lo fabuloso que sería ver a Josh Gordon jugando de nuevo, desde un punto de vista puramente deportivo, sino por la gran historia que sería que un hombre así venciera a sus demonios y pudiera seguir con su vida.