Hortelano: 20.15 en 200 tras su espectacular récord (20.04)

Bruno Hortelano atravesó la línea de meta y lloró de emoción tumbado en el suelo durante más de cinco minutos. En una semifinal de los Nacionales de Getafe había batido su propio récord de España de 200 con 20.04, pulverizando el registro de 20.12 que había marcado en los Juegos de Río de 2016, su mejor momento, justo antes de que llegara aquel grave accidente de tráfico que le ha tenido dos años fuera de combate.

“Cuando vi el reloj, en un instante me vinieron los momentos difíciles a la mente, me miré la mano, vi el guante... y rompí a llorar, no podía levantarme. Llevaba mucho soñando con esto, con volver al 110 por cien y creo al fin lo he logrado”, relataba el velocista en una carrera que lo tuvo todo: “Hacía un día magnífico, la pista era dura y corrí suelto y relajado. Iba fijándome en la ejecución de la curva y en los últimos 50 metros mantuve la técnica”. Y bombazo de 20.04, que no pudo reeditar en la final con 20.15. “Fueron tres carreras en dos días”, decía.

Otro paso más en el colosal regreso de Hortelano, que esta temporada también ha batido el récord de 400 con 44.69, que databa de hace 29 años. “Con mi historia quiero que se vea que te puedes caer en la vida muchas veces, pero que es posible levantarse con trabajo duro, una buena planificación y determinación, aunque a veces tengas que dar dos o tres pasos hacia atrás. Como llegué a perder todo, ahora debo ser feliz y disfrutar”.

Hortelano, que en la repleta pista de Getafe estuvo acompañado de su padre, un científico que reside en Kazajistán, y de su entrenador Adrian Durant, el ambicioso técnico de la Universidad de Cornell que alimenta su mentalidad ganadora. “No he cumplido con la marca que pronosticaba Adrian”, decía. ¿Hablaría de bajar de 20? “Estoy a cuatro centésimas, claro que es posible”.

La próxima cita es los Europeos de Berlín (6-12 agosto) en los que defiende su oro ante el turco Guliyev y hará 4x400: “Me fijaré en mí, en desafiar mis límites y ser feliz”.