España marca territorio con una exhibición ante Hungría
Los goles de las boyas, las paradas de Laura Ester y el acierto de Bea Ortiz tumban a las magiares y dejan claro el nivel de las chicas de Oca en este Europeo de Barcelona (13-9).
Hungría y España siempre han protagonizado partidos agonísticos, vibrantes, de waterpolo añejo y moderno, duros pero con innovaciones tácticas. El estreno en este Europeo de Barcelona, que se presentó por todo lo alto con una puesta en escena formidable, no defraudó. Las chicas de Miki Oca, siempre por delante menos los primeros cuatro minutos de partido, sumaron una victoria clave para aspirar a la primera plaza de grupo (13-9). Hungría tiene un coco, y se llama España. El trabajo con las boyas en ataque (cinco goles), el acierto de Bea Ortiz, que anotó seis, y las paradas de Laura Ester (55%) marcaron la diferencia.
España adivinó el peligro de Hungría rápidamente. Dorottya Szilagyi tiene un auténtico martillo en su brazo derecho, y suyo fue el tanto que abrió el marcador. Pili Peña y Lloret no pudieron cerrar su lanzamiento y las magiares empezaron más atinadas que unas guerreras algo atolondradas en ataque. Una parada salvadora de Laura Ester evitó el 2-0, y de sus manos nació el 1-1, gracias a un pase rápido a Bea Ortiz, quien no perdonó. Un relámpago la española. El empate serenó a España, que se reencontró en defensa. Maica, en superioridad y perfilándose como ha entrenado con Mirko Blazevic, anotó el 2-1 de nuevo, mientras que Bea Ortiz puso el 3-2 en ventaja tras volver a repetir Szilagyi momentos antes (3-2).
Y con la misma protagonista empezó el segundo acto. En la posición de cuatro, Szilagyi anotó el 3-3, pero España no pestañeó. Encontraba el camino del gol con Bea Ortiz y con Maica. Un penalti sobre la boya lo transformó en gol Anni Espar (4-3), mientras que la propia Ortiz hizo el 5-3 en superioridad. Fue un auténtico torbellino la española, quien recuperó varias pelotas y no le tembló el pulso en ataque. Leimeter, en una jugada que tuvo que ser revisada en el vídeo, marcó en el último segundo del cuarto para demostrar la fuerza húngara (5-4).
Pero la luz de Szilagyi se apagó, y con ella Hungría nadó a tientas en unas impresionantes piscinas Picornell. Las boyas fueron determinantes. Leitón y Maica por dos veces marcaron dos goles calcados: en superioridad, abandonaban su posición para retrasarse y poder perfilarse para lanzar rápidamente a portería. Solo Leimeter opuso resistencia en un cuarto determinante (8-5). El partido quedó resuelto en el segundo ataque del último cuarto, cuando Bea Ortiz siguió con su dominio desde la zona exterior: marcó su cuarto tanto (9-5). Ahí murió el partido, rendida Hungría. Clara Espar hizo el 10-5. España estaba desatada, invencible, como en 2013 en esta misma piscina.
El resto fue un espectáculo de goles, que valió para que Hungría maquillara el resultado, Maica García marcara un gol de revés y Bea Ortiz siguiera ampliando su candidatura a máxima goleadora del torneo (13-9). Un estreno inmejorable para un equipo que quiere seguir ampliando su palmarés y haciendo historia. Ha empezado con buen pie.