TARRAGONA 2018 | EL ALCALDE
"Pese a las circunstancias, estuvimos a la altura"
El alcalde de Tarragona cree que "el resultado ha sido bueno pero podía ser mejor" y señala como problemas el contexto político y la alta participación de atletas.
Así se han expresado cada uno de ellos, desde el alcalde Josep Félix Ballesteros, hasta el presidente del Comité Internacional Amar Addadi o el presidente del COE, Alejandro Blanco. El alcalde tiene claro que “tenemos la sensación objetiva de que estuvimos a la altura. Eran unos Juegos complicados. Estuvimos a la altura en equipamientos y en el alojamiento, las condiciones en general de los atletas… Hubo complicaciones y se resolvieron. Sobre todo en el primer tercio de campeonato derivadas del récord de participación de deportistas (el 7 de junio se añadieron unos 600 atletas más). No ha ayudado el contexto político. El nivel en general fue excelente".
Las palabras de Ballesteros tuvieron el respaldo del presidente del CIJM. “La participación fue masiva y de calidad. Desde el punto de vista técnico fue perfecto. Hemos trabajado de manera brillante, bajo los auspicios de las delegaciones internacionales. Los deportistas han expresado su satisfacción de cómo han sido alojados. Al principio hubo problemas de transporte. Para nosotros el atleta es el centro de todo y ha comido bien y descansado... El Comité lo ha hecho lo mejor posible a pesar de las peripecias. Podemos estar satisfechos con respecto a todas las posibilidades. Con los medios que tenía ha hecho todo lo que estaba en sus manos. Ha sido un éxito”, argumentó.
De la poca afluencia de público al Mundial de balonmano
Alejandro Blanco quiso profundizar en dos aspectos clave, como son alguna tendencia mediática y el clima político. "Los Juegos no se pueden valorar con una anécdota, sino en su conjunto. Empezamos en el año 2007 y ha habido en este periodo cuatro presidentes de la Generalitat, tres presidentes del Gobierno… Y se ha luchado por tener estos Juegos aquí. El trabajo es sensacional. La crítica debe ser objetiva y por otro lado debe haber conocimiento. Hubo 245 celebraciones de medalla y solo en una no sonó el himno", zanjó de manera clara.
El alcalde se defendió de la poca afluencia de público dejando claro que “somos la ciudad más pequeña en albergar estos Juegos, no podemos compararnos con Mersin (2013), por ejemplo, que tenía más de un millón de habitantes. El contexto económico es otro al de 2007, cuando nos presentamos. Y me hubiera gustado un contexto político también más estable. No hay nadie en Tarragona que no supiese que se hacían estos Juegos”, se defendió.
El alcalde también comentó que “las críticas no han empeñado la imagen de los Juegos. Allá cada uno con su conciencia”. Y empezó a explicar el legado que deja la Anilla Mediterránea: “Organizaremos junto con Granollers, Castellón y Lleida el Mundial femenino de balonmano. Es el inicio de organizar una serie de eventos que pueden de ir de campeonatos juveniles a otros… Eso es negocio, ocupación de hoteles…”.