Abián remonta hasta el oro y Corrales se queda en la plata
Cara y cruz para los españoles en dos igualadísimas finales. La masculina duró más de una hora y fue apasionante para el público que asistió a El Morell.
Un remate potente de Pablo Abián que obligó al francés Maurice Corvee a lanzarse al suelo y volear fuera significó el punto de oro para una final de bádminton masculina extenuante, en la que el español remontó el varapalo del primer set y le dio la vuelta a un duelo apasionante para los espectadores que se congregaron en el Pabellón de El Morell. Su oro y la plata de Beatriz Corrales, que no pudo con la turca Neslihan Yigit, supusieron el colofón a un bádminton que ha alcanzado la lucha por las medallas en sus dos pruebas individuales.
Abián y Corvee jugaron un auténtico partidazo. El español empezó como un tiro, siempre por delante, defendiéndose de los ataques de su espigado rival y manteniéndole el pulso hasta obligarlo a fallar. La mente de Abián le conducía a la victoria en el primer set (17-13), incluso el francés estaba descolocado y pidió insistentemente que en un punto el volante había tocado el techo del pabellón de El Morell. Contra todo pronóstico se repuso y Abián empezó a errar, hasta que le dio la vuelta al set y se lo adjudicó para asombro de todos (21-23).
Renació el español en el segundo set, consciente de que el primero se le había escapado por una mala gestión de los puntos en los últimos compases. Fue directo a por la victoria en un intercambio interminable, con hasta más de 40 golpes para un punto (21-15). El tercer set empezó con una racha de Corvee que descolocó a Abián (5-8), pero el español volvió a conectarse. Nunca más se fue del partido y se llevó el oro (21-17), que celebró con rabia mirando a la grada.
En la final femenina, la moneda cayó del lado de la turca Neslihan Yigit, pero puedo caer del lado de Beatriz Corrales, que apuró los sets al máximo. En el primero, cayó por 21-19: un partido igualado, en el que los errores no forzados de la española la penalizaron. El segundo set fue incluso más taquicárdico. Corrales salvó dos puntos de partido (20-18) e incluso tuvo la oportunidad de ganar el set y forzar un desempate (20-21), pero finalmente la turca aprovechó mejor los últimos ataques y tuvo la cabeza fría para esperar el fallo de Corrales (23-21).