El último partido de Garabaya, y de Morros en el Barcelona

A punto de cumplir los cuarenta Rubén Garabaya dice basta: el pivote asturiano, tras 22 años como profesional, se retira este sábado en el Palacio de los Deportes de Logroño donde el club riojano retirará su número, que ondeará en la grada para honrar su trabajo por el club desde que llegó del Barcelona. En el Palau también se marcha otro histórico, aunque Viran Morros seguirá en activo en la Liga francesa.

Garabaya en estos años ha militado en el Ademar, Cangas, Valladolid, Barcelona y Logroño, y su gran éxito fue el Mundial de 2005 en Túnez, donde era el pivote polivalente, para dar descanso en ataque a Rolando Urios, y en defensa a Juancho Pérez. También ganó el bronce olímpico, pero nunca pudo levantar la Liga (el Ciudad Real se lo impidió en sus años en el Barça) ni una Champions. Con todo, Garabaya es uno de los tipos que deja huella, porque el asturiano es uno de los jugadores más carismáticos de la Liga.

Rubén lo deja, y Viran Morros se va. Porque el barcelonés jugará este sábado su último partido con el Barcelona ("no me ofrecieron la renovaciòn", dijo) para enrolarse la próxima temporada en el PSG francés. Formado en la cantera barcelonista, pasó por el Teucro, el Ademar, el Ciudad Real y las últimas siete en el Barcelona. Campeón del Mundo con España en 2013, y de Europa en 2017, ha ganado todo: 10 ligas, 5 copas, 3 Champions. Tiene 34 años, y esta salida es la pérdida de un referente para la Asobal, porque de trato afable y cercano, en todos los partidos ha demostrado ser un tipo humilde con las aficiones rivales con las que ha mantenido una enorme complicidad. "Mi último título, la Copa del Rey con el Barcelona, siempre será especial para mi", comentaba el eje defensivo de la útima década en la Selección. Curiosamente se despide de la Asobal ante el Teucro, el equipo que le ayudó a formarse como jugador,.