Messner y Wielicki, Princesa de Asturias de los Deportes
Los alpinistas italiano y polaco, considerados como dos de los mejores de la historia, han recibido el premio por su amplia trayectoria y su espíritu aventurero.
Dos símbolos de uno de los deportes más exigentes, el que enfrenta al hombre con la naturaleza. Dos héroes del montañismo. El jurado de los Premios Princesa de Asturias de los Deportes, entre el que se encontraba el director del diario As Alfredo Relaño, fue coherente con las pistas dadas en los días previos y ha decidido galardonar a deportistas que son símbolos más allá de la mera competición. La distinción para Reinhold Messner y Krzysztof Wielicki, seguramente los dos alpinistas más reconocidos del planeta, cubre también otro presupuesto importante: el reconocimiento a un deporte que no ocupa habitualmente el foco.
Abel Antón, presidente del jurado, hizo público el nombre de los dos montañistas en el hotel de La Reconquista de Oviedo, basando su fallo en que los ganadores “honran este deporte y son ejemplo de superación”. Añadió además Antón que “su labor social, humanitaria y de divulgación de los valores del alpinismo les ha convertido en un ejemplo para la humanidad”. Extendió el razonamiento el exatleta minutos después de hacerse público el nombramiento: “Son históricos en el montañismo mundial y serán siempre recordados. Tienen una edad avanzada por lo que es el momento adecuado de entregarles el premio”.
Reinhold Messner (Funes, Italia, 1944) se convirtió en 1986 en el primer hombre que lograba hacer cumbre en los 14 ochomiles tras conquistar el Lhotse. Un pionero. Al margen de su sus méritos deportivos, el italiano ha destacado como activo defensor del medio ambiente. Entre 1999 y 2004 fue diputado en el Parlamento Europeo por Los Verdes, ha escrito medio centenar de libros y fundó Mountain Wildeners, organización no gubernamental dedicada a la conversación de espacios naturales.
Krzysztof Wielicki (Szklarka Prygodzicka, Polonia, 1950) destaca en el mundo del alpinismo por ser el primero en completar las ascensiones en invierno a tres ochomiles: el Everest (en 1980) junto a Cichy, el Kangchenjunga (1986) con Kukuckza y el Lothse (1988) en solitario. Es autor o coautor de varios libros y miembro activo de The Explorers Club, que tiene como objetivo promover la exploración y la investigación de campo.
Los dos alpinistas recibirán la distinción el próximo octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo y sucederán de esta manera a los All Blacks, la selección de rugby de Nueva Zelanda.
Edurne Pasabán: “Es un reconocimiento al alpinismo”
Entre los miembros del jurado, la satisfacción era especialmente visible en el rostro de Edurne Pasabán, la primera mujer en ascender los 14 ochomiles y principal apoyo de la candidatura de Messner y Wielicki desde el primer día. “Es un momento emocionante porque se reconoce un deporte tan minoritario como el nuestro. Son dos alpinistas que están en el top, no hay nadie por encima de ellos. Además, lo veo como un reconocimiento a la trayectoria de este deporte. La gente del alpinismo estamos de enhorabuena”, resumió. “Han hecho hazañas increíbles que no se pueden repetir porque ya están hechas. El Premio es un reconocimiento al alpinismo y a los valores que transmite este deporte”.