El Tribunal Constitucional entierra la licencia única
Entró en vigor en 2015 con mucha polémica y un recurso de la Generalitat la ha tumbado. "Obliga a hacer modificaciones", reconoce el CSD, que ya trabaja en ello.
La licencia única deportiva, en vigor desde el 1 de julio de 2015 después de levantar mucha polémica, ha quedado anulada por una sentencia del Tribunal Constitucional de 12 de abril. Un fallo, provocado por un recurso de la Generalitat de Catalunya (Andalucía también recurrió pero se desestimó por un defecto de forma), que no es recurrible y que obliga al Gobierno a dar marcha atrás con la medida, impulsada por el ex secretario de Estado Miguel Cardenal.
Antes, las federaciones autonómicas emitían las licencias, que debían ser validadas por la española (previo pago de un suplemento) si el deportista quería competir en otra comunidad o un Nacional. La Ley 15/2014 de Racionalización del Sector Público trajo consigo la licencia única. Con ella, se puede competir en cualquier ámbito y, aunque la expidan las territoriales, es la española la que ingresa el canon y luego reparte mediante convenio a sus territoriales. Aunque no se compitiera, por ejemplo, fuera de Madrid se tenía que abonar una cuota a la española.
“Vulneraba las competencias atribuidas a cada comunidad y creaba incertidumbre a las territoriales porque les impedía saber de qué presupuesto dispondrían”, explica Alfonso Escribano, presidente de CUFADE (Confederación de Uniones de Federaciones Autonómicas Deportivas). “Eso ha dado lugar a demandas en los tribunales”, se queja. “La licencia única la acabaron implantando federaciones con problemas económicos estableciendo una cuota estatal”, advierte Escribano, que cree que fue una medida destinada a paliar el recorte de subvenciones del CSD ofreciendo una vía alternativa de financiación.
Las uniones de federaciones de Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Madrid, Murcia y País Vasco registraron el viernes una petición en el CSD para reunirse con José Ramón Lete. “La sentencia obliga a modificaciones”, reconocen en el CSD. El secretario de Estado convocará a los directores generales de las comunidades autónomas. “Sin dejar de escuchar a todo el mundo, son nuestros interlocutores”, explican. En la redacción de la nueva Ley del Deporte se podría encontrar una salida. Articular la marcha atrás.
“En la práctica, volvemos al escenario anterior, en el que no nos encontrábamos mal. Aunque la idea era buena, porque pretendía homogeneizar, ha generado tensión. Cada deporte volverá a negociar, como antes, con las autonómicas en un sistema mucho más abierto. Por ejemplo, en Natación todas las licencias tenían validación nacional y sólo cobraban la participación en Campeonatos de España. En Triatlón, la validación autonómica eran 70 euros y se pagaban cuatro más si se quería nacional”, refiere José Hidalgo, presidente de ADESP (Asociación del Deporte Español) y de la Española de Triatlón. El caso es que, tras la polvareda, la licencia única ha quedado enterrada por el alto tribunal.