El Ademar celebra el empate sin aclararse la Champions
Para el Logroño el punto sabe a poco porque pudo ganar, y ahora el Granollers amplía sus posibilidades de acabar segundo en la Liga
Y al final, en un partido de locura, empate en León entre el Ademar y el Logroño (23-23). El minuto final explica las líneas generales del partido: con 22-23 el mejor jugador local (Costoya) pierde el balón, y con menos de un minuto por delante el Logroño sólo tenía que controlar su ataque, pero le llegó el balón a Cadarso, que hizo un gran partido pero aún le faltan tablas, y tiró en vez de buscar la falta; paró Biosca, y en el rechace empató Mario López. Luego, unos segundos, y Montoro lanzó un golpe franco a la grada para no redondear una tarde que debió ser gloriosa para él.
Total, empate a 23-23, un alivio para el Ademar, que se ve más cerca de la Champions (pero tiene que ganar el sábado en Valladolid, lo que tradicionalmente es uno de los duelos más duros), y el Granollers entra en escena, porque ganó en Benidorm y está a un punto de la segunda plaza, y empatado a puntos con el Ademar sería segundo. Para el Logroño todo se complica: queda a dos del Ademar y a uno del Granollers; y que fallen ambos rivales parece casi imposible.
En este choque pasaron muchas cosas, como que Kukic no jugase en la segunda parte porque el segundo central del Logroño llevaba a su equipo a la ruina. La roja directa a Krupa por golpear en la cara a Jaime Fernández, cuando parece que no hay intencionalidad, no se explica; que Garciandía, el mejor de la final de la Copa del Rey, no tuviese protagonismo, sólo se entiende por el gran partido de Montoro, en un partido que jugaron con los extremos.
Por lo que respecta al Ademar,de sus estrellas el único que lo fue de verdad fue Costoya, y el resto lo aportaron los jóvenes, desde Bisoca a Mario López y los Fernández. Es decir, nada que ver con los guiones previstos, aunque la marcha del choque fue la previsible; ligeras ventajas iniciales del Ademar, para recuperar los visitantes con rachas positivas, y al final el desenlace inesperado.